Alzar la voz, romper el silencio, levantar la mano para hacerse presente deberían ser innecesarios para que una mujer sea vista y reconocida a nivel laboral, sin embargo, el uso de estos recursos es cada vez más frecuente para destacar en un sector como el energético.
La historia de vida de muchas mujeres, lamentablemente, coincide en lo difícil que fue iniciar en esta industria, en demostrar su conocimiento y ganarse el respeto de quienes mantenían hegemonía.
Annette Morales Farah, actual gerente de desarrollo de negocios Hydrogen & P2X Solutions en Siemens Energy es el ejemplo de ello. Como ingeniera química comenzó su carrera en una empresa trasnacional que apostó por su talento aplicable para el ramo del petróleo y gas.
“Mi jefe en ese entonces llegó una mañana y me dijo: “Quiero mi café todas las mañanas, me gusta negro con un poco de crema y lo quiero sobre mi escritorio”. Me acerqué con Recursos humanos y les pregunté si me habían contratado para servir café a lo que por supuesto respondieron que no. Tiempo después, esta persona fue despedida. Era muy joven, comenzaba mi carrera, pero así fue mi primer acercamiento con el mundo de los hombres y cómo evidencié lo que estaba mal”, relata Morales.
Para ella, su mamá ha sido pieza clave al ser aquella persona que la ha impulsado a sobresalir y a dar lo mejor de sí en el terreno personal y profesional, así como ser fuerte y defenderse.
“En aquella situación estaba molesta no tanto por servir el café, sino porque al trabajar en una empresa importante mis expectativas apuntalaban a crecer, adquirir más habilidades y retos, más allá de servir café. Además, mi mamá me impulsaba a no quedarme callada”, señala.
“Incursionar en el sector fue complicado. Es difícil sentarse a…
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