El que se puso a temblar fue el director de la CFE, Manuel Bartlett, luego de que el embajador de Estados Unidos en México, Ken Zalazar, lo invitara a una reunión en Washington para dialogar sobre los proyectos de energías limpias que se van a desarrollar en México.
Y es que es bien sabido que Bartlett no puede poner un pie en la Unión Americana porque la DEA tiene una investigación abierta por el secuestro y tortura del agente Enrique Camarena en febrero de 1984, en donde el director de la CFE presuntamente habría participado presencialmente y en la planeación del mismo.
Además, recientemente un juez de California ordenó reabrir el caso porque en aquél entonces se presentaron evidencias falsas que afectaron el proceso, por lo que el FBI tendrá que presentar de nuevo las evidencias.
Hasta oídos de este Electrón CrimiNahle llegaron versiones de que Don Manuelito anda bastante nervioso, porque sabe que en una de esas puede salir embarrado y la protección de su cuate López Obrador no podrá durarle mucho…
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