Cuando comencé la universidad, asistí a un foro sobre innovación en las ciudades y descubrí que la crisis hídrica era uno de los mayores desafíos del mundo, ya que afecta a más de la mitad de la población. Este hecho me llevó a despertar mi activismo ambiental y salir de la burbuja en la que me encontraba. A medida que estudiaba más sobre el tema, comencé a ver las relaciones entre la contaminación ambiental, el cambio climático y la justicia social.
No hay forma de frenar la crisis climática sin tener a más mujeres en la toma de decisiones y sin que se sume la juventud, la cual también tiene un papel fundamental.
El activismo juvenil climático está liderado por mujeres y feminidades en todo el mundo. Nuestra generación creció con la lucha por la igualdad de género como parte de nuestra identidad, y esto se traslada a la lucha contra el cambio climático. México no es una excepción, y hay un gran movimiento ecofeminista que sigue explorando la relación entre las mujeres y el ambientalismo como agentes de cambio.
“Latinas for Climate” es la red donde colaboro con más de 60 mujeres jóvenes latinoamericanas. Juntas buscamos contribuir a la lucha por la justicia climática interseccional, con una perspectiva del sur global, al tiempo de aumentar el rol de las niñas y mujeres en toda su diversidad en esta causa.
Desde el 2020 hemos impulsado grandes proyectos que han logrado incidencia e impacto en todos los niveles. Nuestro proyecto “El Eco de Nuestras Voces” es…
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