Monterrey, Nuevo León.- Ante la crisis climática que golpea al mundo entero, el hidrógeno verde destaca por ser aquel energético que avanza hacia la descarbonización, un reto que no sólo depende de empresas privadas sino de la sociedad mundial, señaló Ana Ludlow, vicepresidenta de asuntos Gubernamentales y Sustentabilidad de Engie México en el marco de la Expo Hidrógeno con sede en el recinto de Cintermex, Nuevo León.
“Pensamos que es trascendente ya que tiene diversos usos que permiten que esa meta de descarbonizar los sectores industriales y gobierno realmente se logren”, destacó durante la ponencia “Sinergias entre el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde”.
Dentro de sus utilidades, explicó, está su bondad para desarrollar formas de movilidad más sostenibles, hacer blendings (uso industrial) y el poder almacenar energía y hacerla disponible cuando las energías renovables no estén produciendo electricidad.
“Hemos escuchado mucho de la intermitencia y necesitamos soluciones 24/7. Justamente el hidrógeno es ese medio para poder almacenar energía renovable y lograr tener ese respaldo y confiabilidad”, añadió Ludlow.
Recordó que el tema del hidrógeno verde no es un tema nuevo, sin embargo, falta regulación y definición, pues en algunos países todavía no está conceptualizado como un combustible, si no que se ha considerado como una sustancia peligrosa.
“Eso hace que los departamentos de salud tengan que lidiar con los temas del H2 y no los ministerios de energía. Hay que hacer un cambio en cómo tenemos conceptualizado para poderlo desarrollar”, enfatizó.
Lorena Espinosa, asesora en International Hydrogen Ramp-UP/H2-Uppp en GIZ secundó lo dicho por Ludlow durante el panel titulado “Aprovechamieto de fuentes de financiamiento para el desarrollo de negocios y proyectos de Hidrógeno”.
“Principalmente se observa al hidrógeno verde como una herramienta que nos puede ayudar a la descarbonización, no es la solución para todo definitivamente pero si forma parte de un proceso que puede apoyar a diferentes industrias que difícilmente se podrían descarbonizar de otra manera”, dijo Espinosa.
Explicó que actualmente la Cooperación Alemana al Desarrollo cuenta con un programa que ayudan a identificar si los proyectos a base de esta fuente limpia son rentables o no, es decir, ayuda a los inversionistas en la primera etapa del desarrollo de los mismos.
“Les ayuda a pensar la factibilidad del proyecto, a saber si cuentan con las condiciones para poderlo ejecutar y a tener en cuenta todas las regulaciones con las que deben cumplir”, añadió.
Pieza clave
Desde la óptica de Alejandro de la Vega, partner- Infraestructure Investment Banking en la consultora Deloitte, la estructura de un proyecto de hidrógeno verde no es diferente al de uno de infraestructura, pues ambos deben contar con un contrato de offtaker (comprador de la energía).
“El tema es conseguir quien va a ser el tomador de esa molécula”, resaltó.
Dentro de las diferencias sobresale el tener que financiar dos proyectos en uno: el primero, relacionado a la central renovable y el segundo asociado al H2, asimismo se debe considerar sumar el transporte de dicha molécula.
Para María Valencia, directora Sustainable Trading en Phi Investment Capital, no existe una receta mágica para la transición energética en virtud de que existen más tecnologías que al inversionista le hagan más sentido económico y técnico.
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