“La infraestructura eléctrica en México para crecer a la velocidad que lo hacen otros países, está muy rezagada, no tenemos la capacidad para que todos los coches pasen a se vehículos eléctricos”, señaló Andrés Gutiérrez, presidente de la asociación.
Aunado a ello, la instalación de un punto de carga tiene un costo aproximado de 80 mil dólares, por lo que se tendría que la carga del vehículo sería elevada para los consumidores o se tendrían que buscar alternativas para que el retorno de inversión no sea a largo plazo. Es decir, un modelo ganar-ganar para los usuarios y empresarios.
Mario Zamudio, presidente electo para el periodo 2023-2024, señaló que los empresarios deberán analizar la propuesta de conversión de sus estaciones de servicio o la instalación de puntos de carga, dado que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es el único proveedor autorizado para vender energía.
“Estamos hablando de inversiones fuertes. Además, no es lo mismo cargar un vehículo 25 minutos que hacerlo en 8 horas”, expresó en conferencia de prensa este jueves.
Agregó que la inversión de los equipos es uno de los principales factores que detonará el desarrollo de los puntos de carga, así como la evolución del parque vehicular, puesto que la proporción de unidades eléctricas aún es muy pequeña en comparación con las de combustión interna.
En este mismo espacio, la Asociación presentó a Mario Zamudio como su presidente electo para el periodo referido, así como a Víctor Luqueño como vicepresidente; Maricarmen Sánchez Mejía como tesorera e Isis Jezabel Castañeda Guerrero como secretaria.
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