El negocio de las estaciones de servicio ha ido evolucionando constantemente. Lejos ha quedado ya aquel rústico punto de venta integrado por uno o dos dispensarios alargados y redondeados en cuyos costados reposaban las mangueras despachadoras.
La época, la tecnología e incluso la digitalización han obligado una transformación de los puntos de venta de combustible, es decir, dejar de ser simples gasolineras para convertirse en estaciones de servicio, donde el consumidor ya puede encontrar tiendas de conveniencia, pequeños supermercados, talleres mecánicos, restaurantes o auto lavados.
Pero… ¿Qué es lo que sigue? ¿Hacia dónde ir en un contexto en el cual también se compite con la electricidad como suministro esencial?
Jorge Eduardo Mijares, presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), lo tiene claro y está seguro que la ruta es avanzar con rumbo a un ecosistema de multiservicios adaptado a los nuevos hábitos de consumo del usuario final.
“Debemos pasar a ser centros de menudeo de clase mundial donde podamos encontrar venta de energía, de hidrógeno, gas natural vehicular, en fin, todos los energéticos que requiere un vehículo para sobrevivir”, señaló durante su exposición magistral en el panel de Diálogos Con Energía titulado: Mercado gasolinero ¿todavía un negocio en México?
Desde su óptica, antes la mercadotécnica se basaba en producto, precio, plaza, promoción y clientes. Actualmente nos basamos en la calidad, competencia, conveniencia, colaboración, contenidos y comunidad.
Para lograr las nuevas metas, es importante la relación con suministradores que permitan sumar a la estación servicios como la carga y pago automático, analítica y marketing en tiempo real o incluso desarrolladores de aplicaciones para hacer solicitudes de combustible por este medio.
Para Andrés Gutiérrez Torres, Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (Ampes), otra manera de potencializar las estaciones de servicio es incluyendo farmacias, cafeterías, hoteles e incluso bancos.
“Si se empieza a colocar infraestructura para autos eléctricos, la realidad es que no cargan en 15 minutos, mínimo en dos horas; por tanto, la estación de servicio tiene que tener establecimientos en donde los automovilistas puedan consumir, dormir o puedan realizar otras actividades”, señaló también durante el segundo evento organizado por Energy21.
Otro punto de mejora para los empresarios, señaló Jesús Montoya, director de operaciones de Fullgas, radica en la profesionalización del sector, es decir, apoyarse en empresas tecnológicas que ayuden a avanzar hacia la tendencia actual y no sólo por dar cumplimiento a una normativa.
Lee el artículo completo en la edición digital correspondiente al mes de Septiembre.