La Comisión Reguladora de Energía (CRE) y su control de precios máximos al público en cuanto a la venta de gas LP en México ha dejado más afectaciones que beneficios, coincidieron tres especialistas en la industria gasera nacional durante su participación en el panel dedicado a un análisis de dicha metodología.
Para Eduardo Téllez, presidente de la Asociación Nacional de Importadores de Hidrocarburos y Derivados, la estrategia que derivó de una directriz de la Secretaría de Energía en julio de 2021, quizá ha tenido un beneficio inflacionario, pero de lado social, ha generado despidos y cierre de empresas de menor tamaño.
“Están desapareciendo porque no pueden con los altos costos”, señaló Téllez quien añadió que esta situación abona a la concentración del mercado gaselepero y a la pérdida de inversiones en la industria.
“Se han cancelado inversiones importantes en terminales de recibo y almacenamiento y en plantas de distribución y estaciones de servicio”, destacó.
En su óptica, el control de precios aleja a México del objetivo trazado en la Reforma Energética de 2013, la cual promovía mayor competitividad.
Susana Cazorla, socia consultora de SICEnrgy coincidió con Téllez al considerar que el tope de precios impuesto por el Gobierno federal no propicia condiciones de competencia, beneficia a quienes consumen más gas LP y desfavorece a los que menos ingresos tienen.
“Se está generando cero efectividad para generar mayores condiciones de competencia a través de estas disposiciones aplicables que no siguen el debido proceso y que no atienden el problema real de la situación de gas LP que es la falta de competencia efectiva en muchos de los mercados relevantes”, dijo.
Suscribió la premisa de que los pequeños y medianos distribuidores se saldrán del camino en el cual preponderará la presencia de los grandes grupos.
“Toda la cadena de valor sufre distorsiones con este control de precios y esto es lo que va a seguir ocurriendo hasta que buenamente se decida a irse por precios de mercado (…) controlar no es lo mismo que regular”, subrayó.
Desde la visión de Adrián Calcáneo, líder latinoamericano de S&P Global Commodity Insights, los precios máximos le arrebataron al mercado la posibilidad de invertir en tener mayor eficiencia traducida en materia de distribución o en la mejora de equipos (cilindros), un rubro en el cual México está por detrás de otros países de América Latina.
Con respecto a la competencia en el sector, Calcáneo consideró que ésta no está en el número de distribuidores. Ejemplo de ello, apuntó, es Brasil donde sólo existen 5 distribuidores y hay competencia sana.
“Creo que en México tenemos demás y eso crea mucha ineficiencia”, indicó.
Para él, lo importante radica en tener enfoque sobre los aspectos que sí se pueden controlar, tales como, costos de distribución, erradicar el robo de combustible o educar al consumidor sobre los usos y desusos del gas LP.
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