Dicen que “más vale un mal acuerdo que un buen pleito” y esto lo sabe bien la firma Braskem Idesa, la cual superó sus conflictos con Pemex y ahora alista una inversión de 400 millones de dólares para la construcción de una terminal de etano en Veracruz.
“Es la mayor inversión privada anunciada en la industria química, después de la construcción de nuestro complejo Etileno XXI que inició operaciones en 2016”, señala el director de nuevos negocios de Braskem Idesa, Cleantho Leite, en entrevista con Energy21.
El proyecto es resultado de una renegociación con Pemex para ajustar las condiciones de suministro de gas natural a Etileno XXI, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador denunció que contenía términos desfavorables para la petrolera nacional.
El conflicto inició el 2 de diciembre de 2020, cuando el Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas) suspendió los servicios de transporte del gas al complejo de la compañía, dejándola sin el insumo más importante para la elaboración de petroquímicos.
El confrontamiento estuvo a punto de escalar hacia un arbitraje contra México y Pemex, pero Braskem Idesa optó por la conciliación y buscó una negociación que arrancó en febrero de 2021 y terminó en septiembre de ese mismo año, en cuyos acuerdos se incluye el compromiso de desarrollar la nueva terminal.
“Era un caso complicado pero logramos llegar a un acuerdo en donde revisamos las condiciones de suministro, volumen, precios y obtuvimos la facilidad para construir la terminal de importación de etano, y así complementar la insuficiente producción de esa materia prima”, afirma el directivo.
“Con ello los intereses, tanto de Braskem como los de Pemex, están en la misma dirección”, destaca Leite.
El complejo que alista la compañía llevará por nombre “Terminal Química Puerto México”, se ubicará en Coatzacoalcos, y estará diseñada para recibir hasta 80 mil barriles diarios de etano, que equivalen a cerca de 1.5 millones de toneladas por año.
“Será una de las terminales más sofisticadas de la industria porque recibiremos el etano en estado criogénico, es decir congelado a 92 grados centígrados bajo cero, por lo que requiere un manejo muy especializado”, explica el directivo.
El diseño de ingeniería lleva un avance de más de 40 por ciento y la construcción de la primera fase comenzó en abril de este año.
La primera etapa está asociada a la construcción de un muelle nuevo en la Laguna de Pajaritos, que contará con infraestructura para recibir los barcos criogénicos.
La segunda etapa contempla la construcción de dos grandes tanques de almacenamiento para resguardar el etano. La tercera es la “fase de bombeo”, que consiste en construir un ducto de 12 kilómetros de largo para llevar el etano hacia el complejo de Etileno XXI.
“El proyecto estará listo totalmente y comenzando operaciones en la segunda mitad de 2024”, asegura el director de nuevos negocios de Braskem Idesa.
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