A partir de mañana corre el plazo de 90 días hábiles para que el gobierno federal constituya el nuevo organismo estatal que se encargará de la exploración y extracción del litio en México.
Los expertos anticipan que esta nueva compañía enfrenta retos presupuestales, pues no hay claridad de dónde se obtendrán los recursos para su puesta en marcha porque no cuenta con una partida específica para este año.
Otra de las dificultades que prevén es la falta de conocimiento del gobierno federal sobre el negocio del litio.
De acuerdo con la reforma a la Ley Minera que se publicó hoy en el Diario Oficial de la Federación, las actividades de extracción y explotación del litio quedan exclusivamente a cargo del Estado, y se llevarán a cabo por el organismo público descentralizado que determine el Ejecutivo Federal en términos de las disposiciones aplicables.
“El cumplimiento de la legislación y Tratados Internacionales en materia de protección al medio ambiente y derechos de los pueblos originarios, comunidades indígenas y afromexicanas será escrupuloso por parte de dicho organismo público”, detalla el texto.
El Servicio Geológico Mexicano auxiliará al organismo público descentralizado encargado de la exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento del litio en la ubicación y reconocimiento de las áreas geológicas en las que existan reservas probables del mineral.
Ramsés Pech, experto de la consultoría Caraiva y Asociados, comentó que existe desconocimiento del gobierno federal sobre la cadena de valor del litio.
“No comprenden en su totalidad la forma del negocio de este mineral. El litio es un negocio de bien universal, y no de un mercado cerrado. Este mineral impregnado en el subsuelo no es la fuente o el cuerno de la abundancia, es su transformación a derivados como el carbonato o hidróxido de litio”, dijo.
Comentó que el litio no se utiliza en su estado puro dentro industria, sino que su comercialización en el mundo empieza por la extracción de un conjunto de minerales, en donde está presente el litio, y por medio de procesos fisicoquímicos controlados con plantas de refinación del producto son obtenidos, y el objetivo, es incrementar el valor comercial dependiendo de la utilización final.
El litio se produce actualmente a partir de dos tipos principales de depósitos diferentes: Salmueras y roca dura.
“La extracción y obtención de los productos, no es simplemente tener un pico, pala o una linterna. Requiere de avances para disminuir los riesgos a los individuos que están laborando, y al mismo tiempo cuidar el entorno, debido a que esto es una actividad que se toma de la naturaleza y no es renovable”, detalló el experto.
En México no existe una mina que haya entrado en fase de explotación; solo hay un proyecto piloto que inició estudios en 2010, y el resto está en exploración y evaluación por ciertas manifestaciones observadas, en las cuales se deberá invertir para poder certificar las reservas.
La única mina que tiene un estudio de factibilidad y es de la empresa Bacanora. El tipo de formación es de sedimentos con arcilla, y en el mundo todas las formaciones de este tipo están en fase de investigación, porque no se ha establecido un mecanismo de extracción para este tipo de yacimientos.
“¿Vale la pena nacionalizar a un mineral que hasta el momento no conocemos?”, cuestionó el experto.
Carlos Flores, analista del sector energético, opinó que al dejar la extracción del litio en manos exclusivamente del Estado, se generaría un monopolio gubernamental que violenta el Artículo 28 constitucional, lo que podría abrir la puerta a juicios de amparo.
Comenta y síguenos @Adri_Telecom @Energy21M