El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador descartó el cierre de la refinería de Cadereyta, petición que ciudadanos y organizaciones civiles promovieron ante los altos niveles de contaminación y daño ambiental que genera la planta.
Indicó que a pesar de ser una demanda legítima de los ciudadanos o de los gobiernos municipal y estatal, el cierre del complejo no es una opción ya que es necesaria para alcanzar la soberanía energética del país.
“Lo que debemos buscar es comprometernos a que no contamine y eso se puede lograr”, comentó en el marco de su conferencia de prensa celebrada en Nuevo León esta mañana.
En el acto, donde estuvo presente el gobernador de la entidad, Jaime Rodriguez Calderon el jefe del Ejecutivo relacionó el cierre de la planta con fines electorales.
“Como ya estamos en temporada electoral, no deja de haber oportunismo, politiquería, salen los paladines del medio ambiente y se ponen muy activos, porque quieren cargos”, refirió el titular del Ejecutivo Federal.
Calderón indicó qué su gobierno ya ha sostenido reuniones con representantes de las empresas Cemex, Vitro, Álcali y Ternium para trabajar de manera conjunta en la elaboración de una ley para que todas las industrias que operen en Nuevo León se comprometan a mejorar la calidad de vida de sus habitantes y reducir la contaminación.
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