Dada la incertidumbre sobre la profundidad y duración de la inminente recesión económica que se vive en el país actualmente, incrementar la producción de gasolinas y diésel no parece ser una política sensata desde la perspectiva de la institución financiera BBVA México.
“(lo anterior) no solamente desplazaría la importación de combustibles más eficientemente producidos, sino que además se correría el riesgo de que ocurriera un significativo aumento en los niveles de inventarios de productos refinados (con los costos adicionales de almacenamiento que ello implicaría)”, sostiene el análisis económico difundido este martes.
Éste, titulado “Recomendaciones a Pemex ante recorte a producción petrolera” y de autoría compartida por Arnulfo Rodríguez Hernández, economista principal de BBVA y Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA, se reitera que mientras no se resuelvan los problemas estructurales de obsolescencia de plantas, bajo mantenimiento e ineficiencias laborales, un mayor procesamiento de barriles de petróleo para ser refinados por Pemex, no parece ser una solución económicamente viable a la sustitución de importaciones de combustibles.
En este tenor, continuar con lo planteado por el Gobierno Federal, incluida la construcción de la refinería de Dos Bocas en Tabasco “ocasionaría mayores pérdidas”; asimismo BBVA considera un uso más apropiado de los recursos.
“La significativa contracción económica prevista para 2020 sugiere que los recursos públicos se utilicen de la manera más eficiente para evitar presiones adicionales sobre las finanzas públicas. Consecuentemente, sugerimos detener la construcción de la refinería de Dos Bocas”, añade el documento.
Ante la coyuntura actual de emergencia sanitaria, sería más eficiente y deseable reasignar al sector salud los recursos que resultaran de reducir las actividades de exploración, producción y refinación petrolera, también se destaca.
Con respecto a la reciente negociación histórica entre los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), BBVA señaló que el recorte de 100 mil barriles que logró México permitirá incrementar la liquidez en Pemex mediante una reducción al gasto de inversión en exploración y producción de este año, aunado a la reducción por 65 mil millones de pesos en la carga fiscal de Pemex evitaría que la petrolera aumente las emisiones de deuda corporativa.
“Considerando el significativo aumento en los rendimientos de los bonos de Pemex, no sería deseable que la empresa petrolera hiciera emisiones de deuda. Actualmente, el rendimiento del bono en dólares a 10 años de Pemex se ubica en 10.2% mientras que el del soberano está en 3.8%, un diferencial de 6.4%. En estas condiciones, Pemex no debería de hacer ninguna emisión. Si fuera necesario, el gobierno federal debería de hacer las emisiones de deuda y/o las inyecciones de capital a la empresa productiva del Estado”, apunta.
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