Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex presentó este martes el cierre de tomas clandestinas que tuvo la petrolera nacional durante 2018 y 2019, sin embargo, las cifras presentadas en ambos años presentan disminuciones con respecto a datos de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), e incluso de la misma empresa productiva del Estado.
De acuerdo con el titular de Pemex, entre enero y septiembre del año pasado, las picaduras a los ductos fueron de 10 mil 493, mientras que la Unidad de Transparencia contabilizó 10 mil 533 picaduras, una diferencia de 40 sabotajes a la infraestructura de la petrolera.
Con respecto al último trimestre de 2019, PNT contestó a una solicitud de Energy21 que la información a octubre se “encontraba en proceso de registro”, por lo que los únicos datos disponibles son los expuestos hoy en palacio nacional por Romero Oropeza, en donde Pemex, reportó al décimo mes 862 picaduras; 858 en noviembre y 803 en diciembre.
De este modo, 2019 habría finalizado con un total de 13 mil 16 tomas clandestinas, 13 por ciento menos comparado con las 14 mil 894 picaduras registradas un año atrás según Oropeza ya que datos publicados en el Reporte de Tomas Clandestinas disponible en el portal de Pemex y Plataforma Nacional de Transparencia indican que la cifra real fue de 14 mil 955 perforaciones, es decir, 61 más.
Sobre la desviación volumétrica entre enero y diciembre de 2019, el director general apuntó que arrancó en 18 mil barriles diarios y concluyó en aproximadamente cinco mil barriles diarios.
En ese sentido, una de las metas de Pemex para este 2020 será reducirlo a sólo dos mil 500 barriles diarios; asimismo, regulará e incluso prohibirá la venta de válvulas utilizadas para las tomas clandestinas al tiempo de instalar 175 kilómetros de colchacreto sobre los ductos.
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