A pocos meses de que se cumpla el plazo, el Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CEESCO) ha evaluado cuál ha sido el avance del Programa Nacional de Infraestructura (PNI) 2014-2018. Entre los hallazgos del CEESCO, órgano de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) destaca la promesa que representaba el sector energético, misma que se quedará “a la mitad”.
El PNI contempló la inversión de 7.7 billones de pesos en 743 proyectos estratégicos de seis sectores: comunicaciones y transportes; desarrollo agrario, territorial y urbano; energía; hidráulico; salud y turismo. De este grupo, el energético concentró la mitad del presupuesto, convirtiéndolo en la apuesta de construcción más ambiciosa.
De los más de siete billones de pesos del PNI, 3.9 billones se pensaron para financiar inversiones en Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), monto que representa el 50.3% de la inversión total del programa. Empero, cuatro meses antes de que termine el 2018, se estima que el avance máximo que las obras del sector energético podrán alcanzar será del 57 por ciento.
Es decir, cuando finalice el año, entre 2014 y 2018 se habrán invertido 2.2 billones de pesos en infraestructura energética, apenas poco más de la mitad de la meta de 3.9 billones que se proyectó hace cuatro años.
Los especialistas del CEESCO explican que “el PNI se quedó corto en dos billones 64 mil millones de pesos con relación a la meta planteada de 7.7 billones, propuesta en el programa original, lo que equivale a haber dejado de construir siete aeropuertos similares al Nuevo Aeropuerto de México o 40 trenes Ciudad de México-Toluca”.
VENTANADA DE OPORTUNIDAD
El entorno económico externo, la baja en los precios del petróleo y la inestabilidad financiera internacional son los factores que identifican como los limitantes para el flujo de inversión pública y privada en este periodo.
Al cierre de 2018 mayor parte de la inversión en el ramo energético habrá corrido a cargo del sector público, quien se espera desembolse al cierre del año un acumulado de 1.6 billones de pesos, casi el 73% de la inversión total en el ramo. Otros 612 mil millones de pesos habrán sido invertidos por la iniciativa privada, lo que representará el restante 24% del gasto en infraestructura.
En el contexto de reducción de recursos públicos para financiar infraestructura, el CEESCO identifica una posible solución: las Asociaciones Público Privadas, a las que consideran “el vehículo ideal para complementar y en un largo plazo sustituir la carencia de recursos fiscales”.
Además de nuevos esquemas de inversión, este grupo de especialistas recomienda al sector energético: identificar la oferta del sector energético y dar seguimiento a inversiones comprometidas; fomentar la participación de empresas nacionales en los proyectos de inversión en infraestructura; fomentar la implementación de tecnologías y certificaciones internacionales; así como mayor inversión y derrama para MIPYMES.
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