La Asociación Mexicana de Hidrógeno y Transición Energética celebró que Petróleos Mexicanos (PEMEX) haya contemplado en su Plan Estratégico 2025–2035, al hidrógeno como un combustible de transición.
“Este plan no solo reafirma su papel como motor del desarrollo energético nacional, sino que también establece un compromiso firme con la transición hacia una economía baja en carbono, la diversificación de la matriz energética y la adopción de tecnologías limpias”, destacó.
Uno de los ejes más relevantes e innovadores del documento es la inclusión del hidrógeno geológico como un energético clave dentro de su estrategia de futuro.
El hidrógeno geológico, presente de forma natural en formaciones subterráneas, se extrae mediante técnicas especializadas que permiten su aprovechamiento como fuente de energía limpia y con bajo impacto ambiental.
La incorporación de este recurso en el Plan Estratégico de Pemex representa una apuesta por posicionar a México en el mapa global de la economía del hidrógeno, un mercado en rápido crecimiento y con proyecciones de alto valor agregado para las próximas décadas.
Este movimiento no solo diversifica el portafolio energético del país, sino que también refuerza su soberanía energética y su competitividad internacional.
“La decisión de Pemex de incluir el hidrógeno geológico en su Plan Estratégico es un paso histórico para México. Este energético no solo contribuirá a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también impulsará la competitividad y la innovación en el sector energético nacional”, afirmó Israel Hurtado, presidente de la Asociación Mexicana de Hidrógeno y Transición Energética.
El Plan Estratégico 2025–2035 integra al hidrógeno geológico dentro de un paquete de acciones que incluyen la expansión hacia energías renovables como la solar, la eólica y la geotérmica, así como el desarrollo de proyectos de cogeneración y la optimización de procesos industriales para reducir emisiones.
Estos esfuerzos se complementan con un compromiso de alcanzar emisiones netas cero para 2050, en línea con los acuerdos internacionales sobre cambio climático y con las metas nacionales de sustentabilidad.
“México tiene un potencial enorme para liderar la producción y aprovechamiento de hidrógeno en América Latina. La colaboración entre Pemex, la academia, la iniciativa privada y el sector público será clave para convertir esta visión en una realidad tangible para nuestra economía y nuestro medio ambiente”, añadió Hurtado.
La inclusión del hidrógeno en la estrategia de Pemex también significa la creación de nuevas cadenas de valor, impulsando el desarrollo tecnológico y fomentando la inversión en infraestructura especializada. Esto podría generar miles de empleos directos e indirectos, promover la transferencia de conocimiento y estimular la investigación aplicada en universidades y centros de innovación mexicanos.
Además de los beneficios económicos y energéticos, el Plan Estratégico contempla un enfoque robusto de responsabilidad social y ambiental.
Esto incluye programas de reducción de emisiones contaminantes, reutilización de agua en procesos industriales, remediación de áreas impactadas y apoyo directo a comunidades vecinas a sus instalaciones mediante inversiones en salud, educación e infraestructura. La estrategia busca garantizar que el desarrollo energético del país vaya de la mano con el bienestar social.
Con esta visión de largo plazo, PEMEX no solo busca mantener su liderazgo en el sector de hidrocarburos, sino consolidarse como un actor central en la transición energética global.
El hidrógeno geológico emerge así como un símbolo de innovación y de la voluntad de México por construir un futuro energético más limpio, competitivo y sustentable, asegurando que la empresa siga siendo un pilar del bienestar social y económico del país, añade.
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