Los combustibles mantuvieron su tendencia de aumento de precio en 2024, en donde la Magna se incrementó en 6.57%, la Premium, 8.45% y el Diésel 6.29%, en promedio, detalla la consultoría Caraiva y Asociados.
La gasolina verde pasó de 22.99 pesos por litro a 24.50 pesos por litro, en promedio, entre la primera semana del año y la última, la Premium pasó de 23.55 pesos a 25.54 pesos por litro, mientras que el Diésel avanzó desde 24.41 a 25.95 pesos por litro.
“No se puede considerar como un gasolinazo, ya que no se trata de una decisión en un período de tiempo por el Gobierno en el incremento de los combustibles, sino de una fórmula derivada de la reforma energética, y la cual reconoce costos en toda la cadena en el mercado de los combustibles con base a la inflación observada”, explicó Ramsés Pech, experto de la consultoría.
Esto ha provocado que el Gobierno en turno tenga el control del 40 % en el precio de la gasolina, mientras que el mercado solo el 60 %.
Antes del 2014, PEMEX no tenía reconocido ciertos costos y por consiguiente, tenía que ser subsidiado el combustible para que el público tuviera acceso.
Hoy la empresa del Estado controla entre el 70% y el 80 % de la comercialización y distribución de gasolina importada o refinada en los centros de almacenamiento y reparto a lo largo y ancho del país.
“Eliminar el IEPS, en la actualidad, sería un problema fiscal debido al incremento del déficit presupuestal”, indicó.
La única forma de controlar el precio de la gasolina dependerá del poder disponer de una mayor cantidad de infraestructura de almacenamiento satelital de volúmenes que cubran a un cierto número de estaciones de servicio; de acuerdo a la demanda observada, y esto solo podrá ser posible al permitir que existan una mayor cantidad de permisos de privados o PEMEX, para reducir las distancias para que llegue el combustible al consumidor, y así reducir el costo en la bomba. El secreto de reducir los costos está en el almacenamiento y logística, añade.
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