La tendencia actual del boom de los vehículos eléctricos ha impulsado a las estaciones de servicio hacia la electromovilidad, una transición que implica grandes inversiones en infraestructura, modernización de redes y una solución a la disparidad regional en el acceso a la electricidad, especialmente en zonas rurales.
Adicionalmente los altos costos energéticos, la necesidad de suministro confiable y la falta de claridad regulatoria son desafíos clave que pueden frenar su avance.
Pese a ello, el panorama de la electromovilidad abre oportunidades significativas para las estaciones de servicio que deben ver la diversificación de su modelo de negocio, al tiempo de contemplar la colaboración público-privada como catalizador crucial para acelerar el desarrollo de la infraestructura de carga necesaria.
“La colaboración es clave para que México lidere esta transformación. Es esencial la colaboración entre el sector privado, el Gobierno y los consumidores. Juntos, podemos construir un ecosistema energético más inclusivo, confiable y sostenible”, señala Ozbaldo Treviño, gerente comercial de EMAGAS, empresa dedicada a la comercialización de equipos, refacciones, sistemas de control y, la prestación de servicios de instalación y mantenimiento de equipos para la industria energética.
Sobre si es el momento óptimo para esta transición, la respuesta depende de la capacidad de adaptación y visión de los empresarios así como del apoyo continuo del Gobierno y la evolución de la demanda de los consumidores.
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