Una nueva era ha comenzado en el sector energético, una era donde las mujeres no sólo están participando, sino que también están liderando el cambio.
Los nombramientos de Luz Elena González en la Secretaría de Energía, de Emilia Calleja como directora general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y la presencia de mujeres al mando de las Comisiones de Energía en el Senado y la Cámara de Diputados, son solo algunos ejemplos del liderazgo femenino que está transformando la industria, tanto en el sector público como en el privado, con figuras como Katia Somohano (Iberdrola México), Soli Pérez (ExxonMobil en México) y Tania Ortiz (Sempra Infraestructura).
Las puertas del sector han comenzado a abrirse cada vez más para las mujeres en una industria, como es sabido, predominante masculina. Los obstáculos han ido cayendo y la energía femenina se ha vuelto cada vez más visible. Sin embargo, persisten desafíos internos que juegan un papel crucial en el desarrollo profesional, como la falta de confianza en sí mismas, el síndrome del impostor o la presión por alcanzar la perfección en los ámbitos personal, familiar y profesional.
“Entender que no podemos ser perfectas en todo fue un reto para mí, pero el día que lo logré, pensé: ‘Ahora sí, me quito mis propios miedos y paradigmas’. Acepté que me gusta trabajar y, por fin, me vi como una mujer trabajadora. Entendí que no podría dedicarle todo mi tiempo a la maternidad, ni a las amigas, ni a una pareja. Lo asumí y lo disfruto muchísimo”, asegura Rocío Robles, presidenta ejecutiva de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas A.C. (AMEXGAS).
En el caso de Marcela Gastélum, subdirectora comercial en Énestas México, quien se unió al sector energético en 2006, enfrentó el reto de negociar en mesas dominadas por hombres, lo que provocó en ella dudas e inseguridad sobre su propia capacidad. No obstante, su esfuerzo por aprender de la industria energética, adquirir el conocimiento necesario y demostrar su competencia le permitieron ganarse el respeto de sus colegas.
“Creer en mí misma, en que soy capaz, en que soy suficiente, ha sido el reto más grande. Queremos hacerlo todo muy bien, hacerlo perfecto, demostrarlo, crecer, hacer muchas cosas, y también ser mamás. Queremos ser todo, ser como Wonder Woman”, comparte.
Otro desafío importante es…
Continúa leyendo el texto en la RevistaE21 en la edición marzo 2025.
Comenta y síguenos en X: @Da_Lored0 @Energy21Mx