La autorización establece que las centrales deben operar en condiciones de competencia y en beneficio de los consumidores, ya que el objetivo es que el Estado mexicano recupere el liderazgo en la generación de energía eléctrica.
“Con esta operación, el Fonadin reafirma su papel como el vehículo de la Administración Pública Federal más relevante para detonar y conducir la infraestructura necesaria en nuestro país”, indicó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en un comunicado.
La dependencia detalló que la operación cuenta con apoyo de varias instituciones como la banca de desarrollo y la banca comercial, quienes financiaron el 60 por ciento de la adquisición, además de que se contó con la participación en la inversión de las Afores, fondos de pensiones e inversionistas institucionales en beneficio de los trabajadores del país.
Precisó que la transacción no aumenta la deuda pública presupuestal más allá del costo de adquisición de 51 por ciento de la misma, por lo que no presiona las finanzas públicas y genera una nueva fuente de ingresos en dividendos para México.
“Al concluir la adquisición, el Estado mexicano sumará la generación de 8,500 MW adicionales para superar el objetivo de contar con el 54% en la generación eléctrica del país, recuperando presencia de mercado en áreas estratégicas para la relocalización de empresas que hoy vive México”, finalizó.
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