Las vías del Tren Maya acumulan kilómetros de desafíos en contra pues además del impacto ambiental que representa la obra, también está el insuficiente suministro de electricidad que pone tensión al proyecto al instalarse en una zona cuyo ‘talón de Aquiles’ es la falta de energía y, en consecuencia, abre la puerta a más apagones, advierten analistas.
En cuestiones técnicas, el Tren Maya operará con tecnología dual, es decir, un tramo se moverá con electricidad y otro con diésel. De los mil 554 kilómetros de extensión del Tren Maya, 690 serán eléctricos, que comprenden los tramos tres al seis que recorren de Mérida a Chetumal abarcando 44 por ciento del total de las vías férreas, de acuerdo con datos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La península de Yucatán ha sufrido problemas de suministro eléctrico desde 2010, debido a las limitaciones operativas y al bajo suministro de gas a la región. “Esa zona es deficitaria en energía y produce alrededor del 60 por ciento de lo que consume, entonces necesita importar energía.
Si incrementas el consumo al poner un tren, entonces necesitas incrementar la capacidad eléctrica”, opina, Casiopea Ramírez Melgar, socia gerente de Fresh Energy Consulting. Los datos de generación y demanda muestran que la zona tiene periodos del año en los que el sistema está estresado debido a las contingencias locales y a la capacidad de generación disponible, destaca un documento del Laboratorio Nacional de Energía Renovable.
De acuerdo con los escenarios de planeación del PRODESEN 2019-2033 elaborados por la Secretaría de Energía (SENER), la tasa de crecimiento promedio anual del consumo eléctrico y de la demanda máxima es de…
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