La entidades ubicadas en las zonas centro y norte de México tienen las tarifas eléctricas más atractivas para atraer inversiones de relocalización o nearshoring, pues son hasta 57 por ciento más bajas que las de las penínsulas de Baja California y de Yucatán, señaló el IMCO.
Entidades como Sonora, Sinaloa, Durango, Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí, Querétaro y Aguascalientes, observan un precio promedio por megawatt-hora de entre 431 y 664 pesos, mientras que en las penínsulas este costo se eleva hasta más de mil pesos por megawatt-hora.
“El suministro de energía eléctrica confiable y a precios competitivos es una de las garantías con que deben contar las empresas, pues la electricidad es un insumo básico para la actividad productiva”, destaca el organismo.
En este sentido, la disponibilidad de energía eléctrica confiable y asequible es una característica necesaria para que una región sea competitiva, capaz de atraer y retener empresas e inversión, indicó.
Una forma de conocer la disponibilidad de energía eléctrica en las entidades federativas es a través de los precios marginales locales de la electricidad, que corresponde al valor de la energía eléctrica en un determinado lugar y reflejan el ajuste entre la oferta y la demanda de electricidad en el corto plazo.
“Esto hace que dichas regiones tengan una ventaja comparativa en términos de la disponibilidad de energía eléctrica y un mayor potencial para atraer inversiones”, sostuvo el IMCO.
Explica que los precios más altos de la electricidad en las entidades de las regiones noreste y sureste del país reflejan la falta de interconexión a la red de transmisión nacional, en el caso de Baja California Sur, así como problemas de saturación y la necesidad de expansión de la red eléctrica, en el sureste, que representan importantes obstáculos para elevar la competitividad de las entidades en dichas regiones.
Por otro lado, al igual que la energía eléctrica, el agua es otro insumo fundamental para las actividades humanas y, en específico, para las productivas.
La disponibilidad de recursos hídricos es un factor estratégico para el desarrollo económico de las regiones del país, por lo que la correcta gestión del agua es un factor determinante de la capacidad que tiene una región para garantizar un suministro de calidad, sostenible, ininterrumpido, que minimice pérdidas y pueda responder a los cambios de la oferta y demanda de agua.
La región sur del país alberga a las entidades con mayor disponibilidad de agua; en Chiapas, Oaxaca y Tabasco se dispone de entre 12 mil y casi 21 mil metros cúbicos por habitante. Durango y Nayarit también destacan por su mayor disponibilidad de recursos hídricos, con entre 5 mil y 7 mil metros cúbicos por habitante. Sin embargo, no toda el agua disponible puede ser utilizada en estas entidades debido a problemas como la contaminación, afectaciones en la red de distribución, la falta de infraestructura hídrica y la falta de control sobre las concesiones (particularmente en el sector agrícola).
“Aún las entidades con mayor disponibilidad de agua enfrentan retos en materia hídrica, lo que hace necesaria una regulación eficiente, gestión e inversión en infraestructura para garantizar el acceso y saneamiento de agua para consumo personal, doméstico, agrícola e industrial”, destaca.
Por otro lado, las entidades donde se dispone de mayores recursos hídricos no son necesariamente aquellas donde existe alta demanda por agua para uso industrial. En Chiapas y Oaxaca, por ejemplo, menos del 3 por ciento del agua está concesionada para uso industrial, mientras que dicha proporción a nivel nacional es de 5 por ciento, añade el IMCO.
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