Aunque las autoridades federales han reiterado que la reforma eléctrica traerá grandes beneficios al país, especialistas del sector opinan de forma contraria, pues de ser aprobada causarían graves daños a la industria y generaría incertidumbre a las inversiones.
De acuerdo con Francisco Barnés, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la iniciativa haría imposible que nuestro país cumpla con las obligaciones legales y compromisos internacionales sobre la reducción de gases contaminantes y la generación de energía a partir de fuentes renovables.
Entre las implicaciones destacó que la propuesta de Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, es más restrictiva que la reforma energética de Enrique Peña Nieto, además de cancela el derecho de los usuarios calificados a contratar o recibir electricidad por otras fuentes de suministro diferentes a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“La reforma debe ser rechaza en todos sus términos por el grave daño que causaría al sector eléctrico (…) a la confianza de los inversionistas, a las finanzas públicas y a la economía nacional”, comentó durante su participación en el Foro 5 del Parlamento Abierto.
Por su parte, Oscar Moreno Silva, abogado especializado en proyectos de energía, cuestionó que la participación de la iniciativa privada en la generación sea de 46% y de la CFE al 54%, ya que no existe un antecedente técnico que lo explique.
En tanto, Humberto Morales Moreno, académico especialista en el sector, señaló que no se trata de volver al pasado con los monopolios energéticos, sino de crear un modelo que permita reordenar el mercado eléctrico nacional sin destruir a los privados.
Sugirió que es necesario entender el despacho sobre costos totales y no marginales, ello permitirá saber quienes son los actores competitivos en el sector en comparación con la Comisión.
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