Bajo la administración de Manuel Bartlett Díaz, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) endureció sus modelos de contrato provocando que el desarrollo de proyectos eléctricos para empresas mexicanas se vuelva inalcanzable, expuso Oscar Scolari Romero, director general y CEO de la firma Rengen.
“Los requisitos que pone la administración de CFE se volvieron, hasta cierto punto, inalcanzables porque para el proyecto de generación San Luis, además de que cuesta un dineral para armar tu oferta te están pidiendo 10 millones de dólares en una carta de crédito que para los contratistas mexicanos es un depósito en efectivo”, señaló en conferencia de prensa.
Añadió que si la IP busca ‘entrar’ al proyecto deben también desembolsar el 20 por ciento del valor del proyecto. En ese sentido ejemplificó que si una central cuesta 700 millones de dólares ellos deben depositar 140 millones de dólares.
“No como una fianza de garantía de que vas a construir sino otra vez un depósito en efectivo”, apuntó.
En sus palabras, dicho requisito financiero se vuelve difícil de cumplir para las empresas mexicanas.
“No puedes volverte tan duro y rígido; haz logrado hacer a un lado a la empresa mexicana”, sostuvo.
Otro cambio que tuvo a bien hacer CFE, denunció Scolari, fue el cancelar el contrato en el momento que la eléctrica nacional lo requiera sin ir a ningún tipo de juicio, hecho que dificulta el financiamiento del proyecto.
“Nosotros lo vemos crítico, nos preocupa muchísimo la manera de cancelarte un contrato cuando estas invirtiendo tanto dinero y con tan duros requisitos. Ojalá recapaciten”, dijo.
En este espacio, el CEO de Rengen reiteró su interés por participar en la Refinería de Dos Bocas en Tabasco, además de impulsar en cuatro proyectos de generación distribuida y generación regional a lo largo de 2020.
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