Mediante el impulso de alternativas de generación distintas al combustóleo, así como las políticas de austeridad y disminución de costos operativos al interior de la empresa, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) conseguirá llegar a la siguiente administración con unas finanzas saludables, así lo expresó Jaime Hernández, director general de la compañía.
“Al inicio de la administración teníamos las proyecciones de que para este 2018 el capital de CFE, que es de todos los mexicanos, se habría erosionado por completo. En cambio vamos a entregar una CFE con un capital de más de 600 mil millones de pesos, que le dará una enorme vitalidad hacia adelante”, declaró Hernández.
El directivo apuntó también que espera que la tendencia positiva observada durante el tercer trimestre de este año se mantenga para el cuarto trimestre y permita a la empresa reportar por tercer año consecutivo un balance en números negros.
Hernández explicó que el acumulado Enero-Septiembre no ha sido positivo para ellos debido principalmente a la entrada de la nueva metodología tarifaria establecida por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), lo que provocó que cayeran sus ingresos. Por otro lado, la volatilidad en el tipo de cambio previo a las elecciones federales, lo que afectó los precios de sus insumos.
Sobre el aumento a las tarifas eléctricas, el directivo señaló una vez más que el principal elemento de este es la nueva metodología de la CRE, pero explicó que esperan que el alza sea temporal y vaticinan que termine pronto.
“En el primer trimestre del año la tarifa llegó a niveles más bajos que los que habíamos visto en los últimos 20 años. Subsecuentemente vimos ajustes que recuperaron el nivel de equilibrio de la tarifa. Para esta parte del año hemos superado ese periodo de estabilización y es previsible que hacia el cierre de este año la tarifa regrese a un nivel más bajo del que se encuentra hoy”, aclaró Hernández.
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