La descarbonización, la sustentabilidad y la eficiencia energética son elementos que pueden generar ahorros de entre 30 y 50 por ciento de los costos operacionales de las mineras, señala un informe de Aggreko.
“La industria minera está experimentando una transformación energética sin precedentes, con un enfoque renovado en la descarbonización, la eficiencia de costos y la garantía de continuidad operacional en todas las etapas de ejecución”, afirmó Carlos Grez, Director del Sector de Minería para América Latina de Aggreko
Estas tendencias, impulsadas por la necesidad de abordar el cambio climático y considerar los efectos geopolíticos, están marcando un nuevo estándar para la gestión energética en el sector.
Estas tendencias forman parte de una transición global que el mercado energético está experimentando hacia el uso de energías renovables.
“Uno de los grandes desafíos es dar un suministro de energía que cumpla con los tres factores de gran impacto en el sector minero: la sostenibilidad, la seguridad energética y la competitividad económica de suministro. Utilizar los mejores recursos y la mejor tecnología para lograr este balance es el principal reto que afronta el mercado de la energía en México. Por lo tanto, una solución energética flexible, escalable y adecuada a las necesidades de cada proyecto es clave”, aseguró Grez.
Con estas nuevas tendencias en gestión energética, la industria minera está preparada para enfrentar los desafíos del siglo XXI mientras avanza hacia un futuro más sostenible y resiliente.
La Cámara Minera de México (Camimex) estima que sus empresas afiliadas alcancen los 11 mil millones de dólares durante 2024 y 2025 si se eleva la competitividad en el sector, lo que además generaría más empleos y más aportaciones fiscales al Estado.
Explica que la descarbonización de la matriz energética se ha vuelto una prioridad para las empresas mineras a nivel mundial, con un énfasis en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, las compañías están adoptando fuentes de energía más limpias y sostenibles, como la energía solar, eólica e hidroeléctrica.
“Esta transición no solo contribuye a la lucha contra el cambio climático, sino que también ofrece beneficios económicos a largo plazo al reducir la dependencia de combustibles fósiles y mitigar los riesgos asociados con la volatilidad de los precios del petróleo y el gas”, menciona.
La eficiencia de costos, es otro aspecto crucial en la gestión energética de la minería, con un enfoque en la optimización de procesos y el uso eficiente de recursos, las empresas están implementando tecnologías innovadoras para maximizar la eficiencia energética, reducir los costos operativos y minimizar la capacidad instalada inutilizada.
Por otro lado, garantizar esta continuidad es fundamental para mantener la productividad y la rentabilidad.
Con la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos y los desafíos geopolíticos, las empresas están invirtiendo en infraestructura resiliente y sistemas de respaldo para mitigar los riesgos de interrupciones en el suministro de energía.
Desde la exploración y extracción hasta el procesamiento y transporte, se están implementando medidas de contingencia para garantizar la operatividad continua de las operaciones mineras, sobre todo en minerales críticos que apoyan la transición energética, añade.
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