La calidad del aire que respiramos nos debe preocupar a todos porque afecta directamente a nuestra salud, al tiempo de propiciar un aumento de enfermedades respiratorias, como el cáncer de pulmón, neumopatía obstructiva, neumonía y asma, así como las cardiopatías, entre otras. Por lo tanto, debemos de impulsar el uso de biocombustibles como una opción real en México para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y transitar así hacia la descarbonización.
Para mejorar la calidad del aire se deben reducir las emisiones contaminantes y tóxicas, un problema multifactorial provocado por el uso de fuentes fijas, industria, móviles y el transporte. Para este último, consideramos que, además de la estrategia de electrificación vehicular a largo plazo, resulta necesario incluir alternativas de corto y mediano plazo, como es el uso de biocombustibles.
Casos CDMX y MTY
Tan sólo en la CDMX, se respiran altas concentraciones de partículas finas menores a 2.5 micras (PM2.5 µg/m³), moléculas asociadas a las más de seis mil muertes prematuras a causa de enfermedades cardio-respiratorias, pulmonares, cardiopatías, cáncer de pulmón, neumopatía obstructiva, neumonía y asma, por mencionar algunas.
La razón se debe, principalmente, a la gran cantidad de autos que circulan diariamente impulsados por gasolinas adicionadas con éter metil ter-butílico (MTBE por sus siglas en inglés), en lugar de energías procedentes de fuentes renovables como el bioetanol.
Contaminación persistente
En Monterrey, durante los últimos ocho años, el parque vehicular ha experimentado un aumento del 52 por ciento, llegando actualmente a los 2.8 millones de vehículos ligeros. Este crecimiento constante ha generado una contaminación persistente.
La calidad del aire en las zonas metropolitanas, incluida Guadalajara, es un problema permanente, que no se ha resuelto y los esfuerzos que se han hecho, han sido insuficientes.
El uso del bioetanol como oxigenante en las gasolinas por lo menos al 10 por ciento, tiene grandes beneficios para el medioambiente, ya que por su origen natural mejora la calidad del aire en las ciudades, además de que su ciclo de vida reduce significativamente los Gases de Efecto Invernadero (GEI) al requerir menor intensidad energética para su producción, comparado con la gasolina y otros oxigenantes.
El bioetanol ha sido adoptado de manera exitosa en 71 países en porcentajes mayores en sus gasolinas, entre ellos Brasil (27 por ciento), Paraguay (27 por ciento), Argentina (12 por ciento) y Estados Unidos (15 por ciento).
A favor de la salud
Desde hace casi cinco años, México sólo tiene permitido emplear el etanol anhidro al 5.8 por ciento como oxigenante en gasolinas en todo el territorio nacional, exceptuando su uso a las Zonas Metropolitanas del Valle de México, Guadalajara y Monterrey, sin embargo, limitar el uso en este porcentaje, elimina cualquier posibilidad de ser utilizado en beneficio de la salud, la economía y el medioambiente.
En resumen, el uso de bioetanol podría ayudar a que tengamos una mejor calidad del aire ya que éste al 10 por ciento en las gasolinas garantiza: n La reducción de contaminantes tóxicos carcinogénicos como el benceno (Secretaría de Salud, 2014).
La reducción en más de 30 por ciento las emisiones de partículas finas PM10 y PM2.5, responsables de diversos impactos negativos a la salud (Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Estado de México (SMAGEM), Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT, 2021).
Mejorar la calidad del aire que podría evitar alrededor de seis mil muertes prematuras en el año 2030 (Trejo-González, 2019).
¿Sabías que?
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) señala que el tamaño de las partículas está directamente vinculado con el potencial para provocar problemas de salud, y son las más pequeñas, de menos de 10 micrómetros de diámetro, las que causan los mayores problemas, no sólo porque pueden llegar a la profundidad de los pulmones, sino porque algunas pueden alcanzar el torrente sanguíneo y afectar tanto a los pulmones como al corazón.
Comenta y sigue a Luis Alonso González en LinkedIn.
Es ingeniero químico y socio fundador en Enix Consultores en Energía.