El metano, un potente gas de efecto invernadero, tiene un potencial de calentamiento global hasta 80 veces mayor que el CO2 a corto plazo, lo que subraya la urgencia de tomar medidas efectivas para reducir sus emisiones.
Desde mi perspectiva, la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medioambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA) ha hecho avances significativos reconociendo la necesidad de regular las emisiones de metano a través de las Disposiciones Administrativas de Carácter General (DACG). Sin embargo, estos esfuerzos, aunque valiosos, aún se sienten insuficientes. Aunque el sector hidrocarburos, que contribuye con un 10 por ciento a las emisiones nacionales de metano, está bajo escrutinio; mi análisis revela que aún estamos lejos de alcanzar nuestros objetivos nacionales de reducción.
Los datos son claros y algo desalentadores: según el Observatorio Mexicano de Emisiones de Metano (OBMEM), México no está en camino de cumplir con las metas establecidas para 2030. Este hecho, en lugar de desmotivarme, me impulsa a reflexionar sobre la necesidad de medidas adicionales y más integrales.
Analizando más a fondo, me doy cuenta de que el sector ganadero y de residuos, los cuales representan el 58 por ciento y el 28 por ciento de las emisiones de metano en México respectivamente, requieren una atención crítica. Esta situación me lleva a pensar en la importancia de una estrategia más holística que abarque no solo la regulación existente sino también una gestión integral de estos sectores.
La transparencia y el cumplimiento de las empresas son cruciales, y la regulación debe extenderse más allá del sector hidrocarburos para abordar de manera efectiva la problemática del metano en su totalidad.
Desde mi perspectiva, la lucha contra el cambio climático y la regulación del metano requieren de un enfoque más amplio. La educación y la concienciación sobre el impacto del metano son fundamentales para promover un cambio cultural hacia la sostenibilidad. Es esencial implementar programas de capacitación para los sectores más relevantes y fomentar la adopción de tecnologías más limpias y eficientes.
Además, considero vital establecer sistemas de monitoreo y medición de las emisiones de metano que permitan una colaboración efectiva entre el gobierno, la industria y la sociedad civil. Solo así podremos enfrentar este desafío global de manera unida y construir un futuro más sostenible para México y el mundo.
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Director General de Consultoría G2H .