El Plan de Fortalecimiento y Expansión de la Red Nacional de Transmisión 2025-2030, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), enfrenta riesgos estructurales importantes si no se asegura un financiamiento diversificado y sostenible, alertó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El documento plantea una inversión histórica de 8 mil 177 millones de dólares para construir 275 nuevas líneas de transmisión y 524 subestaciones eléctricas en todo el país. El objetivo es ampliar la cobertura del sistema eléctrico y mejorar su confiabilidad, ante el creciente consumo energético en el país.
Sin embargo, el IMCO detalla que la CFE depende actualmente de subsidios gubernamentales, utilidades propias y acceso limitado al mercado de capitales, lo que podría limitar la ejecución de los proyectos o generar retrasos en zonas prioritarias.
El organismo propone utilizar instrumentos financieros como CKD, Cerpi y Fibra E, mecanismos que permiten atraer capital privado sin comprometer la estabilidad financiera de la empresa.
En 2018, por ejemplo, la Fibra E de la CFE recaudó 16.2 mil millones de pesos comprometiendo ingresos de activos de transmisión, demostrando que este tipo de instrumentos puede ser determinante para financiar infraestructura eléctrica a gran escala.
La recomendación central del IMCO apunta a que sin diversificación de financiamiento, la expansión de la red podría no ser viable, aun con los recursos presupuestales disponibles.
El estudio también resalta la necesidad de priorizar proyectos en zonas con rezago y alto potencial renovable, como la península de Yucatán, Oaxaca y Sonora, conectando estas regiones con centros productivos y asegurando que la expansión acompañe los polos de desarrollo mediante planeación técnica basada en la demanda esperada y procesos ágiles de permisos y derechos de vía.
Asimismo, se enfatiza la importancia de retomar el Programa de Redes Eléctricas Inteligentes, que permite gestionar de manera más eficiente los flujos de energía, detectar fallas en tiempo real y mejorar la resiliencia del sistema, lo que será clave ante la incorporación acelerada de energías renovables variables.
El plan de inversiones concentra más de 140 proyectos en el norte y centro del país, mientras que el sur contará con 30, por lo que la suficiencia y confiabilidad de la red dependerán de la capacidad de ejecutar los proyectos y asegurar recursos suficientes en cada región.
El IMCO concluye que, combinando un financiamiento diversificado con priorización técnica y redes inteligentes, la CFE podría reducir cuellos de botella críticos, incrementar la confiabilidad del sistema eléctrico y responder a la creciente demanda energética de manera competitiva y sustentable.
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