La desaparición de los reguladores y las reformas que se aprobaron en el sector energético, generan incertidumbre porque se desconoce cómo será el modelo regulatorio que resultará de los cambios legales, advirtieron expertos.
“Ante la incertidumbre del diseño institucional que vivimos, es necesario proponer mejoras que mantengan la progresividad. Considerar un súper órgano regulador no es mala idea, conservando el capital humano y viendo a futuro la convergencia regulatoria”, opinó Ana Lilia Moreno, Coordinadora del Programa de Competencia y Regulación en México Evalúa, durante el Foro Internacional de Energía México 2024.
Carla Gabriela González, directora general de BLIN-CO, opinó que es necesario esperar a que se aprueben las leyes secundarias para el sector energético, a fin de vislimbrar cómo será el entramado regulatorio.
“Lo más relevante no es que no existan los órganos reguladores, sino los cambios que se harán a la Ley de Hidrocarburos, a la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, y la diferenciación de cobrar impuestos y derechos ante los privados versus PEMEX”, opinó.
Por su parte, Alma América Porres, ex comisionada de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), consideró que la desaparición de los reguladores implica volver a un modelo del pasado.
“Se está pensando volver al pasado se queda como se tiene previsto, pero si se hace como se tiene a la ASEA, entonces se pensaría que puede ser algo interesante porque el regulador sería un órgano desconcentrado que depende de SENER”, afirmó.
“Lo importante es que debe tener autonomía técnica y eso depende mucho del director que pongan”, sostuvo.
Añadió que México tuvo poca maduración en el enramado institucional de los reguladores, por lo que un cambio como el que se propone interrumpe ese proceso y no otorga certeza al mercado.
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