
De corazón jarocho y chilanga por adopción, Ximena Cantú es reconocida en la industria energética por ser una de las voces a favor de la sostenibilidad, una de las metas personales que ha compaginado con su trayectoria profesional.
“Soy veracruzana, jarocha de corazón”, expresó con orgullo en entrevista para Energy21.
Cantú ha hecho de la Ciudad de México su nuevo hogar desde hace más de una década, pues llegó a la capital por oportunidades laborales, sin imaginar que estas la encaminarían poco a poco hacia el sector energético, pues actualmente se desempeña como ESG Officer en Energía Real.
“Soy arquitecta, pero siempre me he inclinado hacia temas de arquitectura sostenible y los procesos de construcción, mismos que tienen cierta relación con la eficiencia energética”, recordó.
Aunque, inicialmente no tenía como objetivo incursionar en el sector energético, señaló que siempre estuvieron latentes las posibilidades de colaborar desde diversas áreas, pues desde la arquitectura tenía mucha relación con proyectos de edificación sostenible y energía solar.
Cantú destaca que la sostenibilidad en el aspecto profesional fue el resultado de la práctica a nivel personal, es decir, pasando de lo particular a lo general, ya que tiene hábitos de vida que le permiten abonar su granito de arena a favor del medio ambiente.
Ximena Cantú, más allá de la especialista
La sostenibilidad es uno de los retos a los que la especialista se enfrenta de manera conjunta en la industria energética, sin embargo, a nivel personal ha superado distintos obstáculos que le han forjado un carácter resiliente.
Entre los retos personales más fuertes a los que se ha enfrentado, destaca un triatlón, para el cual tuvo que prepararse durante varias semanas de manera física y mental.
“Ya corría, andaba en bici y sabía nadar, aunque solo lo básico. Entonces, me metí por primera vez a una alberca a entrenar y no pasaba de los 25 metros, hasta que poco a poco fui superando esa distancia, pero la prueba de fuego fue cuando me metí a nadar a mar abierto en el triatlón”, indicó.
Parte de su filosofía de vida es ‘mente sana en cuerpo sano’, por lo que practica hiking de manera recurrente y, además de ayudar a fortalecer su cuerpo, en esta actividad ha encontrado un espacio para reencontrarse consigo misma.
Aunque no practica una religión en particular, Ximena ha encontrado en la meditación y los retiros de silencio un espacio para reflexionar, cuestionar y obtener respuestas.
“Trato trato de meditar. Me encanta irme a un par de días a un retiro de silencio de 3 días, para mí es ese espacio donde tengo para reconectar conmigo, cuestionarme mil cosas y reflexionar”, concluyó.
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