El esquema de financiamiento contemplado en el Plan Estratégico 2025-2035 de Petróleos Mexicanos (PEMEX) no representa un cambio relevante para el sistema bancario, aseguró esta semana la calificadora Fitch Ratings, que lo calificó como “neutral” en términos de crédito.
De acuerdo con la firma, a pesar de la regulación vigente en México, las instituciones financieras, tanto comerciales como de desarroll, han mantenido una postura conservadora frente a empresas con baja calificación crediticia, como es el caso de la petrolera estatal.
“La exposición de la banca comercial a PEMEX es limitada, y los bancos han actuado con cautela frente a la empresa”, subrayó Fitch.
El análisis se publica poco después de que Moody’s anunciara una revisión con perspectiva de mejora para la calificación de PEMEX, motivada por los ajustes presentados en el nuevo plan estratégico y las medidas gubernamentales para administrar los vencimientos de deuda en los próximos tres años.
Si bien PEMEX ha mostrado ligeros avances en su perfil crediticio, Fitch señaló que es poco probable que la banca incremente su participación en el financiamiento de la empresa debido a los “estándares prudenciales” que limitan los préstamos a corporativos con alta exposición al riesgo.
La calificadora advirtió que, para que el respaldo gubernamental tenga un efecto duradero, PEMEX debe llevar a cabo una transformación operativa que reduzca progresivamente su dependencia del Estado.
“La efectividad del apoyo financiero dependerá de la capacidad de la compañía para optimizar su operación y priorizar inversiones más rentables”, indicó.
En este sentido, Fitch destacó que el plan estratégico incorpora una selección más estricta de proyectos con valor neto positivo y una alineación mayor entre las inversiones de PEMEX y los criterios financieros del gobierno federal.
La calificadora también cuestionó la viabilidad de los esquemas de asociación con privados contemplados en el plan, ya que persiste incertidumbre sobre el atractivo de estos proyectos frente a los altos riesgos técnicos y financieros que conllevan.
Finalmente, Fitch recalcó que la estrategia presentada por PEMEX prevé un mayor control del gobierno federal en la toma de decisiones, lo que refuerza la influencia del Estado en la operación y rumbo de la petrolera tras la reforma energética de 2024.
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