Recientemente, la administración de la Presidenta Claudia Sheinbaum propuso una reforma significativa al convertir a Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de empresas productivas del Estado a empresas públicas. Dicha transición ha generado un debate entre expertos, funcionarios y analistas, quienes han identificado tanto los beneficios como los retos asociados a esta decisión.
En este contexto, se han planteado interrogantes sobre la viabilidad financiera, la eficiencia operativa y el impacto en la soberanía energética del país.
Para Víctor Luque, analista del sector energético y socio en Atik Capital, es clave entender las implicaciones de este cambio en las finanzas y la eficiencia de ambas empresas.
“El hecho de que haya pasado de ser una empresa productiva a una empresa pública tiene una parte importante, sobre todo en la parte financiera, pero hay que dejar en claro también que esa empresa pública tiene un costo para el Gobierno y para el pueblo de México”, declaró recientemente durante su participación en un panel de energía.
Resaltó que el Gobierno, a través de la Secretaría de Hacienda, tiene…