Las inversiones en generación eléctrica durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se desplomaron 76 por ciento respecto a la administración anterior, al sumar 13.3 mil millones de dólares, detalla un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
La inversión autorizada entre 2019 y el primer semestre de 2024 representa tan sólo 24.5 por ciento de la inversión autorizada en el periodo 2013-2018 que ascendió a 54.4 mil millones de dólares, explica el organismo.
Desde su llegada a la presidencia López Obrador manifestó su repudio a la inversión privada en el sector eléctrico, bajo el argumento de que la presencia de los competidores fue parte de una estrategia de la administración anterior para “desmantelar” a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El IMCO analizó los datos de permisos otorgados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a generadores eléctricos públicos y privados, con el objetivo de cuantificar la evolución de las inversiones en nueva capacidad y analizar con mayor detalle las necesidades en las distintas áreas de México.
La nueva capacidad autorizada en este sexenio observa un comportamiento similar a las inversiones, pues entre 2019 y 2024 se aprobaron 11.6 mil MegaWatts (MW) que representan 30 por ciento de los autorizados en el periodo 2013-2018.
Explica que entre 2013 y 2024, se autorizó la instalación de nuevas centrales eléctricas por un total de 49 mil 164.5 nuevos MW en territorio nacional; de este total, en julio de 2024, 30 mil 986.7 MW (63 por ciento) se encontraban en operación, el resto en construcción o por iniciar obras.
“De esta cantidad, 27 mil 838 MW corresponden a permisos otorgados entre 2013 y 2018, mientras que 3 mil 149 a permisos otorgados entre 2019 y 2024”, explica el IMCO.
Menciona que en este sexenio México ha padecido una serie de apagones en distintas regiones del país que, en el fondo, más allá de eventos climáticos extremos, reflejan una realidad compleja, donde el Sistema Eléctrico Nacional empieza a tener problemas para satisfacer una demanda creciente.
“La razón de fondo es la falta de inversión tanto en la capacidad de generación como en las redes eléctricas”, añade.
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