En medio de una carrera por avanzar a la transición energética, y con ello, reducir el uso de combustibles fósiles, la movilidad sostenible se ha convertido en una opción viable que hoy está más presente con la llegada de más unidades en el mercado y la instalación de centros de carga. Sin embargo, una demanda energética creciente y una limitada red eléctrica (transmisión y distribución), ponen en ‘jaque’ su ritmo de aceleración.
En la óptica de Andrés Alfonso Bayona, presidente de la Asociación Mexicana de Gas Natural Vehicular (AMGNV), es tiempo de voltear a ver otras opciones como el gas natural, biometano e incluso el hidrógeno verde, aunque reconoce que, para este último, aún faltan varios años para que se vea su potencial aplicado en combustibles, al menos en México.
Para Esteban Ángeles, director comercial de Supercool Mobility Center, cualquier alternativa sobre movilidad sostenible debe estar encaminada para justo hacerla más eficiente, asequible, segura y económicamente rentable.
En ese sentido, subrayó la importancia de trabajar de la mano el sector público y privado, al tiempo de entender que dejar los combustibles atrás tardará el mismo tiempo que cuando se cambiaron las carretas por los motores de combustión interna, sin hablar de la ansiedad colectiva que existe alrededor del tema.
“Es el cambio típico de era. Esa ansiedad que vivimos porque a mí me encantaría casi casi nada más enchufar mi coche eléctrico y que de inmediato pasara a un 80 por ciento como lo hace un celular, pero no es lo mismo, comparó.
La desinformación también complica…
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