La guerra que emprendió el Presidente Andrés Manuel López Obrador contra el robo de combustible en este sexenio no ha logrado los resultados esperados, pues las pérdidas económicas se mantienen en aumento y se prevé que alcancen los 3 mil 500 millones de dólares al cierre del sexenio, un monto muy similar al que se observaba hasta antes de este Gobierno, destaca Luis Chavarría, director y fundador de Kepler Oil and Gas.
Tan sólo en marzo, el estado de Hidalgo fue el que registró más perforaciones ilegales de combustibles al sumar 382; le siguen el Estado de México con 165 y Jalisco con 143.
El especialista explica que, con la llegada del nuevo Gobierno en 2019, el volumen de combustible robado se redujo hasta en 90 por ciento, pero las tomas clandestinas se mantuvieron en ascenso, debido a que las bandas criminales continuaban perforando los ductos para ver en dónde podían encontrar la gasolina y el diésel.
No obstante, a lo largo del sexenio la estrategia ha decaído y las pérdidas por este crimen han ido en aumento.
Solamente en el primer trimestre de este año, las pérdidas para Petróleos Mexicanos (Pemex) se dispararon 90 por ciento, un equivalente de 5.7 mil millones de pesos, mientras que el volumen robado de combustible promedió 5.2 mil barriles por día.
De esta forma las bandas del crimen organizado robaron lo semejante a 63 millones de pesos por día, señala la empresa en su informe financiero.
Cambio de modus operandi
Tras la intervención en los ductos de Pemex ordenada a inicios de 2019 por López Obrador, la empresa optó por un sistema de transporte híbrido en donde parte del movimiento
de combustibles se realizó mediante pipas.
Esto provocó que las bandas criminales…
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