En 2022 México retrocedió en generación de electricidad con fuentes limpias, toda vez que pasaron de representar el 27.5 al 26.1 por ciento dentro de la matriz energética nacional, señala un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El organismo explica que este retroceso se debió a una caída en la generación de electricidad mediante la tecnología eólica y solar.
La energía eólica disminuyó 3.6 por ciento, en tanto que la solar fotovoltaica se redujo 4.6 por ciento, lo cual pone en entredicho el cumplimiento de las metas de México para mitigar el cambio climático.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha mantenido una política contra las energías limpias, mediante el retraso y la negativa en el otorgamiento de permisos para las empresas privadas que pretenden instalar plantas solares y eólicas, bajo el argumento de privilegiar a la CFE.
“De no acelerar el despliegue de energías bajas en emisiones, el país se convertirá en uno menos competitivo, particularmente en un contexto en el que ofrecer energía limpia es tan importante como la confiabilidad del sistema eléctrico o los precios de la energía”, destacó el IMCO.
Explica que la participación de las energías limpias dentro de la matriz energética nacional está prácticamente nueve puntos porcentuales por debajo de la meta establecida en la legislación nacional y en el Acuerdo de París, que estipula un 35 por ciento de generación eléctrica mediante tecnologías limpias para 2024.
Por otro lado, el IMCO detalla que el crecimiento de la generación a partir de hidroeléctricas no es una buena noticia en términos de la transición energética.
“Si bien contribuyen al cumplimiento de las metas de generación de energía limpia, las hidroeléctricas tienen un impacto negativo en términos de la disponibilidad de agua en el país”, indicó.
Además, la energía generada debería utilizarse como reserva y despacharse en momentos de alta demanda, añadió.
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