Lejos ha quedado la bonanza prometida con la nacionalización de la industria petrolera en 1938 y es que a 85 años de distancia, hay pocos motivos para celebrar este 18 de marzo.
El claro ejemplo de ello es Petróleos Mexicanos (Pemex), paraestatal que se creó tres meses después del acto de Lázaro Cárdenas del Río, como símbolo de cambio y progreso.
Hoy día, es una empresa que registra constantes pérdidas financieras; tiene la deuda más elevada del mundo en el sector petrolero; presenta marginales incrementos en su plataforma nacional de producción, y por si fuera poco, está manchada de casos de corrupción, lo que nubla la expectativa de bonanza petrolera que alguna vez se abanderó hace casi nueve décadas.
Desde su llegada al poder federal, el Presidente Andrés Manuel López Obrador enfocó su discurso en rescatar a Pemex y lograr la soberanía energética, sin embargo, los números siguen sin favorecer al Gobierno en turno.
Tan sólo al cierre de 2022, Pemex registró una pérdida neta de 172.6 mil millones de pesos, además de que su deuda se mantiene en 107.7 mil millones de dólares o 2 billones de pesos que representan 25 de cada 100 pesos del presupuesto que México va a ejercer en este año. Con ello, supera la deuda de otros 11 gigantes petroleros como Aramco, Shell, Petrochina, British Petroleum, Petrobrás, Exxon Mobil y Rosneft, entre otras.
En enero de 2023, la producción total de crudo de Pemex, sin contar a sus socios, ascendió a…
Comenta y síguenos: @Da_Lored0 @Energy21Mx