Al cierre de enero las gasolinas de bajo y alto octanaje rompieron con dos meses consecutivos de caídas de precios y empujaron al alza la canasta de energéticos, de acuerdo con datos del INEGI.
La gasolina de bajo octanaje o Magna subió 0.88 por ciento su precio a tasa mensual en enero, luego de que el mes previo había disminuido 1.05 por ciento; a su vez, la gasolina de alto octanaje o Premium se encareció 0.49 por ciento luego de la caída de 0.49 por ciento de diciembre.
A su vez, la electricidad se incrementó en 0.90 por ciento manteniendo la tendencia de alzas constantes desde septiembre del año pasado.
De esta forma, la canasta de servicios energéticos registró un alza mensual de 0.37 por ciento y un incremento anual de 2.52 por ciento.
Tanto la gasolina como la electricidad se encarecieron más que otros productos y servicios como los costos de la vivienda propia, la cual subió 0.34 por ciento en el primer mes de este año, a tasa mensual.
“Las presiones moderadas dentro de los precios de energía se deben a las alzas en las gasolinas y la electricidad. Esto estuvo compensado por una disminución mensual de 3.11 por ciento del precio del gas natural, acumulando tres meses consecutivos a la baja, mientras que el gas LP bajó 1.29 por ciento mensual, acumulando nueve meses consecutivos de disminuciones”, indicó Gabriela Siller, directora de análisis de Grupo Financiero Base.
Para este año se espera que se mantenga la volatilidad en los precios de los energéticos a nivel mundial, lo que también tendrá un impacto en los costos de las gasolinas y el diésel, ante lo cual el gobierno federal podría echar mano de más estímulos fiscales para contener los precios, de acuerdo con un análisis de PetroIntelligence.
La inflación general de enero se ubicó en una tasa mensual de 0.68 por ciento, la más elevada para un mes igual desde enero del 2021 y una tasa anual de 7.91 por ciento, subiendo desde 7.82 por ciento en diciembre y acumulando dos meses consecutivos de incrementos.
“Con lo anterior, la inflación en México confirma un repunte. Resulta preocupante la inflación de servicios, que se ubicó en 0.48 por ciento mensual, su mayor nivel para un mes igual desde 2014, ubicándose en una tasa anual de 5.51 por ciento, no visto desde mayo del 2003”, destacó Siller.
Las presiones inflacionarias en el componente de servicios están relacionadas con los crecientes costos laborales en México, añadió.
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