Impuesto de gasolinas tiene su peor desplome en 14 años

En 2022, el Gobierno federal dejó de captar 397.2 mil millones de pesos debido al subsidio que aplicó para evitar que las gasolinas y el diésel tuvieran alzas abruptas de precios.

Se trata de la mayor caída en la recaudación del Impuesto Especial Sobre la Producción y Servicios (IEPS) aplicable a los combustibles desde el año 2008, cuando se dejaron de recaudar 217 mil millones de pesos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Cada día transcurrido se esfumaron mil 87 millones de pesos, lo que provocó que la dependencia no pudiera cumplir su meta de recaudación de 318 mil millones de pesos establecida a inicios de 2022.

Con el dinero que se dejó de recaudar sería posible financiar hasta por 1.8 años el presupuesto previsto para Salud en 2023, y hasta en 75 veces el gasto para Medioambiente y Recursos Naturales.

Como resultado de la guerra entre Rusia y Ucrania, el Gobierno se vio obligado a aplicar subsidios a los combustibles para evitar que la volatilidad de los energéticos afecte los precios de los combustibles en México.

En 2022, el precio de la mezcla mexicana se ubicó en promedio 34.7 dólares por arriba del precio que se estimó en el presupuesto para ese año de 54.5 dólares por barril.

“Lo anterior tuvo dos efectos contrapuestos sobre los ingresos del Sector Público. Por un lado, al aumentar los precios del petróleo lo hizo también el precio de productos refinados, en particular los de la gasolina y el diésel”, detalló Hacienda.

“Ante ello, y con el objetivo de atenuar el impacto en la inflación y no afectar el poder adquisitivo de las familias, el Gobierno de México otorgó estímulos al precio de los combustibles, lo que implicó un costo en términos de menores ingresos presupuestarios del Gobierno Federal por 397.3 mil millones de pesos o 1.4 por ciento del PIB”, destacó.

La dependencia señaló que las finanzas públicas mostraron resultados positivos a pesar de un entorno internacional complejo, con tasas de interés y precios de combustibles superiores a los anticipados originalmente en el presupuesto.

Así, el saldo de la deuda como porcentaje del PIB disminuyó con respecto a lo observado en 2021 y se mantuvo en línea con la estimación prevista en el Paquete Económico 2023.

Este resultado se apoyó en ingresos presupuestarios del Sector Público, que fueron superiores al programa en 1.5 por ciento del PIB, y que, a su vez, contribuyeron al fortalecimiento del gasto público, particularmente en desarrollo social, aquel que más impacta en el bienestar de las familias mexicanas, el cual se ubicó en 12.1 por ciento del PIB.