Mientras el mundo lucha para combatir el cambio climático y alcanzar la ambiciosa meta de cero emisiones contaminantes, México camina en sentido contrario en medio de una política energética que privilegia los combustibles contaminantes, lo que anticipa una batalla perdida para el país.
Durante la COP27 que se celebró en Egipto, el Gobierno mexicano presentó una serie de compromisos en materia climática, entre ellos el de elevar de 22 por ciento al 35 por ciento la meta de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos ocho años.
También se comprometió una inversión conjunta con Estados Unidos por 48 mil millones de dólares para la transición energética, la reducción de emisiones en 52 millones de toneladas de carbono y la instalación de 40 Gigawatts adicionales para generación de energía limpia.
“Estas metas le permitirán a la región de América del Norte tener una de las transiciones energéticas más eficientes. La decisión del presidente López Obrador significará miles de nuevos empleos y la expansión de la economía verde de México”, dijo el canciller Marcelo Ebrard, durante el anuncio.
Aunque Ebrard celebró con ‘bombo y platillo’ los nuevos compromisos, para los expertos no hay razones para festejar.
“Son metas demasiado mediocres para el tamaño de los cambios que debe hacer México en materia de mitigación de gases contaminantes”, opinó Diego Reyeros, co fundador de Makense Americas.
“Alrededor de 120 millones de personas en ocho años van a regresar a extrema pobreza por culpa del cambio climático en el mundo, y de esos, muchos estarán en México”, destacó.
Explicó que…@Adri_Telecom @Energy21Mx
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