Para el próximo año, el costo de los compromisos de deuda de Pemex y CFE ascenderá a 183.9 mil millones de pesos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Ese monto supera el costo que se calculó al inicio del sexenio para la nueva refinería de Dos Bocas, en Tabasco, por 8 mil millones de dólares, es decir, aproximadamente unos 159.9 mil millones de pesos.
De acuerdo con datos del Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023, el gasto no programable que se destinará para saldar el costo financiero de la deuda de Pemex asciende a 148 mil millones de pesos, mientras que para la CFE se destinarán 35.8 mil millones de pesos.
De esta forma, por cada día que transcurra el Estado va a pagar en promedio 510.8 millones de pesos para cubrir parte de las obligaciones de las empresas energéticas estatales.
“Pemex y CFE son un pozo sin fondo y aunque se les destinen apoyos y privilegios, tienen problemas estructurales muy graves que van más allá de sus deudas”, opinó Mario Di Constanzo, consultor independiente en economía y finanzas.
La CFE tiene una deuda documentada por 309 mil millones de pesos, más intereses de 151 mil millones, aunado a unos pasivos totales que suman 1.6 billones de pesos, según su reporte financiero al segundo trimestre de este año. Sin embargo, solamente cuenta con 109.3 mil millones de pesos en efectivo en caja.
A su vez, Pemex detenta una deuda total de 2 billones 95 mil millones de pesos, en donde el 73 por ciento está nominada en dólares y sólo 14 por ciento en pesos mexicanos, lo que ha hace vulnerable a las variaciones del tipo de cambio.
“La situación con las empresas del Estado ya es insostenible y si a eso le sumas la mala gestión económica de este gobierno, entonces podríamos estarnos encaminando a una crisis de finanzas públicas hacia finales del sexenio”, añadió Di Constanzo.
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