La producción de petróleo crudo en 2023 será 6 por ciento menor a lo esperado por la secretaría de Hacienda, en un entorno marcado por la incertidumbre para el sector energético, señaló el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
El Paquete Económico del próximo año estima que la plataforma de producción petrolera tendrá una mejora en el pronóstico oficial, al pasar de un estimado para este año de un millón 835 mil barriles diarios a un millón 872 mil barriles por día.
Sin embargo, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CCESP), organismo que forma parte del CCE, estima que dicha plataforma rondará la cifra de un millón 760 mil barriles por día, es decir, 112 mil barriles menos que lo esperado por Hacienda.
En materia de precios del crudo, Hacienda prevé un ajuste importante al pasar de un estimado de 93.6 dólares por barril para 2022 a 68.7 dólares en 2023.
“A estas alturas hay mucha incertidumbre en cualquier pronóstico del precio del crudo para el año próximo”, indicó el CEESP.
La guerra entre Rusia y Ucrania provocó un episodio de volatilidad que elevó los precios del crudo por encima de los 100 dólares por barril, pero en las últimas semanas los valores han ido en picada.
El CEESP recordó que al corte del 9 de septiembre el precio del barril de la mezcla mexicana se ubicó en 82.50 dólares, casi 4 dólares menos que al cierre de agosto y 16 dólares por debajo del cierre de julio.
Por otro lado, el organismo señaló que cuando se elaboran presupuestos con base en previsiones macroeconómicas optimistas, como a menudo lo hacen todos los gobiernos, el déficit público termina ampliándose, incurriendo en más deuda o recortando gastos de menor prioridad política o haciendo uso de reservas presupuestarias.
“Esto último ya no es posible debido a que el gobierno las agotó en los ejercicios previos”, advirtió.
En caso de necesidad de ajuste, el riesgo de mayor déficit no es muy plausible dada la renuencia que se ha mostrado al respecto, por lo que el riesgo es más bien de disminuciones de gasto, abundó.
De ser el caso, lo probable es que no se toquen los programas y proyectos insignia y que el ajuste caiga en otros rubros, indicó el CEESP.
El gobierno prevé que el próximo año los ingresos totales del sector público alcanzarán 7.1 billones de pesos, lo que significa un incremento de 9.9 por ciento en términos reales respecto a la cifra aprobada para 2022.
Destaca el aumento de 11.6 por ciento en los ingresos tributarios, que seguirán descansando en la fiscalización del SAT.
La Secretaría de Hacienda propone un gasto público total de 8.3 billones de pesos en 2023, superior en 11.6 por ciento respecto al aprobado para el año pasado.
“Es importante considerar que, con todo y el fuerte aumento esperado de los ingresos, los recursos no sean suficientes para cubrir las crecientes necesidades del gasto público, especialmente para mantener los programas sociales en operación y los proyectos insignia del gobierno”, sostuvo el CEESP.
Añadió que existen diversos riesgos que, de materializarse, podrían llevar a la necesidad de recortar algunos gastos, que seguramente no serán los prioritarios para el gobierno.
“Una vez más está en riesgo el gasto para fines como Salud, Educación, Seguridad Pública e inversión física distinta a los proyectos insignias del gobierno”, añadió.
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