El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) desconectó la central eléctrica Enertek, perteneciente a Iberdrola, y ubicada en Altamira, Tamaulipas.
El permiso de la compañía venció el 31 de agosto; Iberdrola tramitó desde hace un año su ampliación pero le fue negado.
Iberdrola tenía el objetivo de migrar su permiso desde el modelo de autoabasto, hacia el esquema del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM).
En marzo pasado, la compañía eléctrica de España obtuvo un amparo para evitar que la planta fuera desconectada, pero el Cenace procedió con la desconexión.
“El gobierno manda a parar una central eléctrica privada, en contra de una orden del poder Judicial, es algo muy grave”, opinó Víctor Ramírez, experto de Perceptia21.
Detalló que el contrato de interconexión legado se venció ayer, y para obtener un nuevo contrato la empresa necesitaba un permiso de generación, bajo la Ley de la Industria Eléctrica.
“Iberdrola lo solicitó hace más de un año y medio y la CRE, ilegalmente, no lo otorgó”, asestó.
“El Cenace está llevando a cabo un desacato al no respetar las medidas cautelares dictadas por el juez”, sentenció el experto.
“Esto además de causar un daño a la empresa, daña a los usuarios de energía, que deberán usar otro suministro y seguramente serán más caras y probablemente contaminantes”, abundó.
La desconexión podría tratarse de una estrategia para que la CFE se quede con los usuarios que atendía la planta de Iberdrola.
“Me dice gente de Altamira que la empresa estatal presionó a los usuarios de energía al grado de cortarles el suministro eléctrico para que firmen con ellos”, añadió Ramírez.
Hasta el momento ni Iberdrola ni el Cenace se han pronunciado al respecto.
Enertek fue la primera planta que instaló la compañía de origen español en Tamaulipas; arrancó operaciones en marzo de 1998 y tiene una capacidad de 144 Megawatts, como resultado de su tecnología de ciclo combinado que utiliza una turbina de gas y una de vapor.
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