Por Enrique Duarte
La estrategia de esta empresa de retail omnicanal de reducir la huella contaminante que genera en sus actividades de cadena de suministro ha tomado forma. Coppel es parte de esta tendencia global en la que las empresas sustituyen prácticas operativas donde se genera una gran parte de sus emisiones de gases contaminantes, por inversiones en capital (activos físicos) que contribuyan en su plan sustentable.
El año pasado, esta compañía recorrió en total poco más de 150 millones de kilómetros con la flota vehicular que posee -alrededor de 2 mil 238 unidades, entre primaria, última milla y cobranza-, y para este año proyecta al menos 170 millones de kilómetros.
“De ahí la importancia de los planes de sustentabilidad para reducir la huella de carbono”, indicó Rubén Martínez, gerente nacional de Transporte, en una visita guiada que ofreció en el centro de distribución en Culiacán, Sinaloa, lugar de origen del retailer mexicano.
Aunque omite el dato de su generación total de Gases de Efecto Invernadero (GEI), Coppel ha prometido evitar la generación de 117 mil 537 toneladas de emisiones de GEI, con la ayuda de sus proyectos de logística y transporte sustentable para el periodo 2022-2030.
La operación no es fácil. Tiene que abastecer la demanda de mil 694 tiendas en todo el país. Lo hace desde sus 23 centros de distribución (cedis), donde ha almacenado la mercancía que le surten alrededor de 3 mil 700 proveedores, 55% localizados en México.
La compañía, incluso, ha incrementado sus niveles de inventario en los últimos meses ante las recientes disrupciones que han experimentado las cadenas de suministro globales; su actividad internacional se torna muy sensible ya que 30% de lo que vende Coppel en sus tiendas es importado, principalmente desde Asia.
La cadena de suministro de Coppel también se vale de 2 cedis de importación (Calexico y Mexicali), así como de 153 cedis cross-dock (centros de intercambio).
De 2019 a 2022 habría invertido poco más de mil 512 millones de pesos en la adquisición de 2 mil 754 unidades (para flota primaria, última milla y cobranza).
A pesar de las interrupciones en las cadenas de suministro y los costos que la empresa está pagando por ello, proyecta que el negocio continuará expandiéndose (por lo menos en capacidad de órdenes diarias AEC en sus centros de distribución pasará de 30 mil en este año a 90 mil en 2027).
Así mismo, tiene previsto incrementar su capacidad total de centros de distribución, medido en metros cuadrados, de 899 mil 913 a un millón 106 mil 892.
Compras sustentables
La compañía ha tenido que adaptarse a las nuevas exigencias del consumidor digital y cambiar a un modelo omnicanal (ofreciendo canales de contacto y servicio mixtos). Su cadena de suministro y logística de última milla, bajo un plan de descentralización operativa, han tomado relevancia en los planes de inversión para concretar la estrategia corporativa verde.
En flota primaria, para 2030 planea contar con 114 unidades vehiculares entre eléctricas y otras que utilicen energías alternativas, que representen el 15% sobre el total.
En flota secundaria, ya en este año circulan 15 unidades eléctricas entre ligeras y los rangos 3 y 5. Para 2030, prevé sumar mil 242 unidades eléctricas, aproximadamente 30% de esta flota.
“Las proyecciones es que en flota primaria no todo puede ser eléctrico, es un reto para los proveedores por la autonomía de los camiones, es el mayor reto, el tamaño, el peso de las baterías o el sistema de almacenamiento de energía con el que se mueven compromete la ingeniería de rutas primarias de la mayor parte de los transportistas en el país”, de acuerdo con Rubén Martínez.
“Si a eso le sumamos que no hay una red de abastecimiento, ni coinversión por parte de la autoridad todavía en el país y no se ve para cuándo”, dijo.
Las entregas de última milla presentan menos retos en cuanto a la inversión en unidades eléctricas, ya que tienen una forma de trabajo que les permite cargarse toda la noche y tener una jornada de trabajo normal al siguiente día.
“El recorrido que se hace en las últimas millas oscila entre los 80 y los 180 kilómetros, dependiendo del tipo de ruta, cae perfectamente dentro de la autonomía que la tecnología de las baterías y almacenamiento brinda, no tenemos problema, por eso nuestra estrategia es un poco más agresiva en la flota eléctrica para flota secundaria”, aseguró el gerente nacional de Transporte.
Además, los efectos de la pandemia sobre el consumo provocaron que las ventas digitales de Coppel pasaran de 2% a 8% (alrededor de 40 mil pedidos diarios), y busca alcanzar un 20% en los próximos años. Actualmente, 87% de sus ventas digitales se realiza con un servicio de entrega día siguiente.
Totalmente verde
Dentro de los planes a largo plazo de Coppel, también se busca generar un ciclo completamente verde en el abastecimiento de energía para su flota eléctrica, así como para montacargas y equipos de manipulación en centros de distribución.
“Que se abastezca de una red privada donde desde la captación y el almacenamiento sean completamente limpios, verdes, fuera de línea, sin subir energía a CFE (Comisión Federal de Electricidad). Aseguraremos que todo el ciclo sea verde”, afirmó.
Así mismo, en la modalidad intermodal (uso de dos o más modalidades de transporte) actualmente la utiliza con el 5% de sus movimientos de contenedores de importación, para 2030 lo hará con el 30 por ciento.
La compañía se pinta de verde y ya en 2020 obtuvo la certificación de Transporte Limpio de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y en próximos años busca mantener dicho reconocimiento.
Estos son los objetivos de sustentabilidad y sus detalles de la compañía.
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