Alrededor de 240 mil millones de dólares en ingresos anuales por exportaciones manufactureras y agrícolas para México, están en riesgo por la disputa con Estados Unidos y Canadá sobre el incumplimiento del T-MEC en energía, según expertos y datos de comercio exterior.
Ese monto equivale a cerca de 4.9 billones de pesos, cifra que podría financiar hasta el 70 por ciento de los recursos que el país va a gastar en este año, por 7 billones de pesos, según el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Jorge Molina, profesor de economía del TEC de Monterrey, explicó que México podría enfrentar un castigo con la imposición de aranceles en sus principales productos de exportación.
“Las manufacturas se podrían ver muy afectadas, principalmente el sector automotriz, también las exportaciones agrícolas y los textiles”, detalló el especialista.
Según datos del sitio de comercio exterior OEC World, los principales productos de exportación hacia la región de Norteamérica son los vehículos terrestres, las autopartes, máquinas, material eléctrico, pantallas planas, instrumentos y aparatos de óptica y médicos, equipos de la industria aeroespacial, entre otros.
En el sector agropecuario México es líder en exportación de cerveza, tomate, aguacate, cebolla, chile verde, sandía, mango, moras, productos de panadería, entre otros.
“Generalmente los aranceles se imponen en donde más duele al país castigado. En este caso sería el automotriz sin duda, en el agropecuario Estados Unidos es el principal destino de exportaciones agrícolas mexicanas”, mencionó Molina.
“Es dinero que no solo pagaría México sino toda la industria, además se reducirían las exportaciones y eso afectaría los ingresos del presupuesto federal y también a los empleos de esos sectores”, advirtió.
Afirmó que, además de enfrentar el riesgo de una sanción económica, México también se juega su reputación como destino de inversión en el mundo.
“Desde octubre del año pasado se han emitido al menos 15 cartas firmadas por legisladores de Estados Unidos quejándose de la mala implementación de México sobre el tratado y de la falta de seriedad del gobierno en este sentido”, dijo.
Esto también podría implicar que se retrasen o se cancelen las inversiones por 40 mil millones de dólares que las empresas estadounidenses alistan en México, como resultado de la última visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Estados Unidos, señaló.
El proceso
Molina comentó que el proceso de disputa comercial consta de tres fases.
La primera es la solicitud formal de los países reclamantes, con lo cual se abre un plazo de 75 días para buscar una solución.
Si no se llega a un acuerdo, entonces Canadá y Estados Unidos pueden solicitar la instalación de un panel de expertos, como parte de la segunda fase.
Los especialistas tienen 6 meses para emitir reporte preliminar del caso, mientras que el dictamen final tardaría entre 9 y 11 meses a partir de la formación del panel.
En la tercera fase, si México pierde, el país podría imponer un recurso de apelación que tardaría un mes y si también fracasa, entonces tendría que cumplir las sanciones que impongan los países.
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