Una omisión al protocolo de seguridad establecido fue la causa que provocó el siniestro ocurrido en agosto pasado en la plataforma de Pemex E-Ku-A2, reveló este miércoles Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex en respuesta al cuestionamiento de la diputada priista Cristina Amezcua González durante la comparecencia del funcionario celebrada este miércoles en el Congreso de la Unión.
“El problema no fue haber seguido los protocolos de seguridad”, concluyó Oropeza luego de narrar lo sucedido en la Sonda de Campeche el 22 de agosto, un accidente que cobró la vida de 7 trabajadores: dos de Pemex y cinco de las empresas Cotemar y Bufete de Monitoreo de Condiciones e Integridad.
Según su explicación, fue responsabilidad de trabajadores de la firma Cotemar que al estar realizando una tarea programada en un gasoducto no verificaron las reglas de seguridad previstas: seccionar el ducto para que no pasara el gas y cerciorarse de que la parte del tubo donde si iba a trabajar no tuviera gas.
“Eso lo debió de haber hecho la empresa pero también personal de Pemex; No se hizo como debió de haber sido y en el momento de la manipulación de este equipo se da la fuga de gas que cuando el gas se extiende y cuando llega a un punto de ignición viene el accidente”, reconoció.
Tal omisión, además de provocar la pérdida de vidas humanas, también derivó en que 7 funcionarios de Pemex fueran separados de la empresa y esté abierta una carpeta de investigación al respecto.
A la par, recordó que dicho siniestro también dejó pérdidas a Pemex luego de que dejó fuera de operación 125 pozos (equivalentes a 421 mil barriles), lo que implicó una afectación de 25 millones de dólares tomando un precio por barril de 60 dólares.
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