La implementación de medidas para contener el Covid-19 ha impactado en la reducción de vehículos y tránsito en transporte en público y el consumo de combustibles, por lo que de manera anual se prevé una caída en la demanda del 20 al 40 por ciento para gasolinas y del 18 al 20 por ciento de diésel, de acuerdo con estimaciones de McKinsey.
En el análisis presentado se toma como base la modificación en los patrones de consumo y se proyectan dos escenarios posibles, en los cuales la recuperación será gradual, pero con mayor grado de afectaciones si en los meses próximos se repite una etapa de brote.
Asimismo, se resalta el ejemplo de China como uno de los países que poco a poco ha retomado sus actividades, por lo cual podrían considerarse algunos de los factores y medidas para lograrlo en otros sitios, ya que actualmente existen bajos niveles de consumo y un sobre almacenamiento de combustibles, lo que podría impactar en los precios de los combustibles.
Por otra parte, se indica que a finales del mes de marzo la caída en los hábitos de movilidad se redujo en un 60 por ciento para conductores y en un 75 por ciento para transporte público.
“México es uno de los países que reducido su movilidad, pero existe incertidumbre sobre el tiempo de duración de este fenómeno”, indicó el socio para la consultora en México.
La presentación de este análisis se dio en el marco de la conferencia virtual “Covid-19: Perspectiva e implicaciones para el Fuel Retail en México” por parte de la consultora McKinsey & Company y la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo).
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