Cada 18 de marzo conmemoramos un año más de aquel hecho histórico que en 1938 significó un parteaguas para la industria petrolera nacional; específicamente se recuerda el momento en el que el entonces Presidente de México, el General Lázaro Cárdenas del Río, expidió el decreto de Expropiación Petrolera el cual consistió en la apropiación legal del petróleo que explotaban casi una veintena de compañías extranjeras para convertirse en propiedad de los mexicanos.
A 82 años de distancia, la industria nacional enfrenta una crisis consecuencia de la pandemia llamada Coronavirus (Covid-19), una guerra de producción entre Arabia Saudita y Rusia, además de un desplome en los precios del petróleo que han provocado que la mezcla mexicana de exportación cerrara la jornada de este martes 17 de marzo en 18.78 dólares el barril.
El panorama no pinta alentador, incluso remonta a aquel junio de 2014 cuando México y el mundo experimentaron el final de un superciclo que comenzó en junio de 2011, periodo en donde la media del precio del barril superaba la barrera de los 100 dólares y años más tarde cayó alrededor de un 60 por ciento.
A esto se suma el estrés ejercido en los criterios del Paquete Económico 2020, mismos que contemplaron un precio de la mezcla mexicana de petróleo de 49 dólares por barril, seis dólares por abajo de lo aprobado en 2019 y una plataforma de producción de petróleo de un millón 951 mil barriles diarios para 2020.
Bajo este escenario, este 18 de marzo más que un día de celebración representa para el país una oportunidad para rectificar el camino y reflexionar sobre las políticas que se han tomado hasta el día de hoy, coincidieron analistas consultados por este medio.
“En momentos de crisis, hay momentos de oportunidad. Desde mi perspectiva, debería empujarse la inversión en lo más rentable que tiene Pemex que es la exploración y producción más que apostar por la refinación, que dadas las circunstancias actuales, ha dejado de ser un negocio por el tema del costo del barril; una solución es abrir rondas de licitación y farmouts otra vez”, expuso Andrea Arias, analista independiente del sector energético.
Para Arturo Carranza, también consultor independiente en temas energéticos, la coyuntura que se vive actualmente es una de las más complejas en la historia moderna de México y el mundo.
“¿Qué tiene que hacer Pemex?, seguir el ejemplo de las grandes petroleras que es la incorporación de reservas petroleras, orientar sus esfuerzos para ello. Hoy más que nunca es importante que Pemex eche mano de las asociaciones con privados que le permitan mantener en una coyuntura tan compleja sus objetivos en exploración y producción”, consideró.
En ese sentido, Carranza recordó el hito que logró esta administración tras romper 14 años de declive constante en la plataforma de producción nacional.
“El hecho de que romper la tendencia negativa es un hecho significante que vale la pena considerar por el esfuerzo que implicó en términos financieros y operativos, sin embargo, esto debe mantenerse”, afirmó.
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