El robo de combustible de gas LP, conocido ya como ‘gaschicol’ se concentra en el centro del país, particularmente en las entidades de Hidalgo, Veracruz, Tlaxcala, Guanajuato, Puebla, Estado de México y CDMX, señaló Carlos Serrano, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas (Amexgas).
“El robo de gas se estima aproximadamente en 50 mil toneladas mensuales, es decir el 8 o 9 por ciento a nivel nacional; sin embargo hay que precisar que este robo no se da a nivel nacional si no se da concentrada en el centro del país”, declaró en el marco del Congreso Internacional de Gas LP.
Como representante de empresarios gaseleperos, Serrano comentó que dos de cada 10 servicios en el país se hacen con gas robado gracias a la creación de un mercado secundario que daña terriblemente a las empresas formalmente establecidas; adicionalmente, denunció el robo de al menos 400 autotanques a distribuidores.
“Además le brindamos seguridad al usuario porque no estamos vendiendo agua, vendemos un producto que necesita ser manejado por gente preparada y especializada”, resaltó el directivo.
“Es un problema muy serio porque las empresas legalmente constituidas están amedrentadas y no pueden hacer su distribución normal”, añadió.
De acuerdo con Fernando Lerdo de Tejada, presidente y director general de Asesoría Estratégica Total, S.C., la inseguridad ha ocasionado el cierre de rutas de distribución comprometiendo el abasto del hidrocarburo y afectando a miles de familias que dependen del gas LP.
“La escasez del combustible ocasionaría el cierre de empresas y el consecuente incremento en los precios, incentivando el consumo de gas de procedencia ilícita que generaría un círculo vicioso”, apuntó durante su participación en el foro energético celebrado en Querétaro.
Precios como factor
El crecimiento el mercado ilegal de combustible, en gran medida, se ha dado por el tema de precios además del costo cero de la molécula.
“Ellos no pagan seguros, ni costos regulatorios, ni seguro social y les cuesta cero la molécula, entonces tiene costo cero (…) a quien no le cuesta nada lo puede vender en tres o más abajo de lo que a ti te costó”, expuso Serrano.
Sobre el tope de precios, el directivo comentó que lo ejercido en México por muchos años resultó una ‘política muy errónea’. “Estamos convencidos que una fuerte competencia es lo ideal”, apuntó.
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