Las emisiones globales de dióxido de carbono relacionadas con procesos de generación eléctrica alcanzaron en 2018 su segundo máximo anual consecutivo, poniendo en riesgo las metas del Acuerdo de París y aumentando la posibilidad de daños ambientales irreversibles, todo esto de acuerdo con un reporte de la Agencia Internacional de Energía (IEA).
El reporte reveló que en 2018 se emitieron 33 mil 100 toneladas de CO2, un aumento del 1.7% con respecto a 2017 y del 61.9% con respecto a 1990. El aumento del año pasado fue motivado, en parte, por un alza del 2.3% en la demanda energética mundial, un índice casi 100% mayor al promedio de crecimiento anual desde 2010.
En 2018, sólo Europa disminuyó sus emisiones en un 1.3%, mientras que China, Estados Unidos e India las aumentaron en un 2.5%, 3.1% y 4.7%, respectivamente. El resto del mundo también aumentó sus emisiones en un 1.1%.
Un estudio publicado por las Naciones Unidas en Octubre del año pasado ya advertía la necesidad de mantener el calentamiento global en la línea de 1.5° por encima de la temperatura global pre-revolución industrial. El estudio mostró que mantener el incremento de temperatura por debajo de 2° reduce riesgos al bienestar de los seres humanos, ecosistemas y desarrollo sostenible. Para que esto sea posible, la Organización estimó que las emisiones de carbono deberían ser eliminadas por completo para 2050.
Por esta razón es especialmente preocupante que este índice siga en aumento, pues se trata de una curva que tardará más en alcanzar su cometido mientras más tarde en cambiar el rumbo. “Los científicos han mostrado que, mientras más pronto caigan las emisiones, menos riesgo existe de perder grandes trozos de Groenlandia y la Antártida (…) Los economistas también dicen que una acción pronta es más barata que incurrir en daños y tomar decisiones más drásticas en el futuro”, dijo Andrew Freedman, editor de la sección de ciencia de Axios.
“Se necesitan acciones más urgentes en todos los frentes, desarrollando soluciones de energía limpia, disminuyendo emisiones y promoviendo inversión e innovación en captura, uso y almacenaje de carbono”, consideró Fatih Birol, Jefe de la IEA.
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