Al concluir el mes de septiembre la inflación en México volvió a superar el cinco por ciento, impulsada sobre todo por los precios de los energéticos, que reportaron una incidencia de 0.20 puntos porcentuales al cierre del mes, la más alta al interior del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
En comparación con agosto el INPC observó una inflación de 0.42%, que se traduce en un crecimiento anual de 5.02%, ligeramente superior a lo pronosticado por el mercado.
En el segmento de la energía el gas LP resalta con una inflación de 5.30% en el último mes. Por lo que se ubica no sólo como el energético con mayor crecimiento en precios respecto a agosto, sino como el genérico del índice con la inflación más alta y la más acentuada incidencia mensual, de 0.115 puntos porcentuales.
Detrás de este hidrocarburo se ubicó la gasolina de bajo octanaje, con una inflación de 1.47% y una incidencia mensual de 0.080 puntos porcentuales.
La gasolina de acto octanaje reportó un incremento mensual de 1.27% y los aceites lubricantes uno de 1.06 por ciento. Por su parte, el precio del gas natural se elevó 0.18% en el periodo.
Sólo las tarifas eléctricas observaron un descenso en el comparativo mensual, cayendo 0.67% por primera vez desde mayo.
A pesar de que los precios de la energía fueron los de mayor incidencia en el indicador, éste también fue presionado por un efecto base, considerando que en la segunda mitad de septiembre del año pasado algunos servicios como el transporte público y la telefonía móvil fueron gratuitos tras el sismo que afectó varios estados el día 19.
No obstante, especialistas en el tema consideran que el balance de riesgos de la inflación está sesgado al alza. Por ejemplo, analistas de Citibanamex expresaron que continúan viendo riesgos asociados con el alza de los precios de la energía y sus probables efectos indirectos en el componente subyacente, por lo habrá que vigilar que los efectos de segundo orden permanezcan bajo control.
Por su parte, analistas de HR Ratings identifican varios riesgos para su estimado de cierre de año, como el incremento en los precios internacionales del crudo, el avance en la inflación subyacente de mercancías y el crecimiento en los costos de vivienda y otros servicios, lo que dejaría ver que la inflación de energéticos está afectando a la inflación subyacente.
“No obstante, pareciera ser que los precios de los energéticos han llegado a un punto máximo, lo que podría ser un indicador de un próximo posible cambio de tendencia en su evolución”, afirmaron.
Comenta y sígueme en Twitter: @ThamaraMV